BUENOS AIRES.- La situación en la ciudad argentina de Santa Fe, la más afectada por las inundaciones que han dejado hasta ahora siete muertos, dos desaparecidos y unos 100 mil evacuados, empezó a mejorar hoy con el descenso de las aguas del río Salado.
La lluvia cesó, el cielo amaneció despejado y la ayuda comenzó a llegar a Santa Fe para alivio de sus vecinos, muchos de los cuales pasaron la noche sobre los tejados de sus casas por si se producían robos aprovechando la situación y la falta de vigilancia, informaron los canales de televisión.
"Santa Fe está amaneciendo más tranquila. Ayer el río (Salado) nos dio un respiro al dejar de crecer", explicó el Secretario de Obras y Servicios Públicos de la ciudad de Santa Fe, Juan José Maspons.
Hoy comenzará una campaña de vacunación de los vecinos de Santa Fe, capital de la provincia homónima (centro-norte del país), para evitar que se produzcan infecciones y epidemias, dijeron fuentes sanitarias.
La peor catástrofe natural de los últimos años en Argentina afecta a extensas zonas de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Santiago del Estero, y ha obligado al Gobierno a declarar el área en emergencia.
En el caso de la ciudad de Santa Fe, también se declaró una alerta sanitaria, ya que no hay suministro de agua potable y las cloacas se desbordaron, además de faltar la energía eléctrica en muchos barrios.
Las pérdidas económicas han sido evaluadas inicialmente en unos 200 millones de dólares, pero se piensa que la cifra definitiva puede ser el doble.
Santa Fe es una de las provincias argentinas más ricas desde el punto de vista agrícola y ganadero, y ayer, sábado, el 60 por ciento de su superficie -133.007 kilómetros cuadrados- llegó a estar cubierto por las aguas.
Muchas carreteras de la provincia siguen cortadas hoy.
El Ejército, que ha dinamitado algunas barreras y terraplenes para facilitar que las aguas corran río abajo, ha montado una operación de rescate y de ayuda, mientras en toda Argentina se organizan colectas para los damnificados por las inundaciones producidas, tras varios días de incesantes e intensas lluvias.
Sólo en uno de los centros de recogida instalados en la capital argentina se reunieron más de 10.000 kilos de ayuda en 24 horas.
En la cuenca del Salado cayeron unos 400 milímetros de agua en seis días, informó el canal Todo Noticias al explicar que la catástrofe podría haberse evitado si el río hubiera sido canalizado y se hubieran hecho obras de canalización.