MADRID.- "El Papa viene a verte", proclaman miles de carteles colocados por las principales calles de Madrid, donde todo está listo para recibir al Pontífice, que llega el sábado a la capital española.
En la quinta visita a España que realiza en sus casi 22 años de pontificado, Juan Pablo II realizará un intenso viaje de 36 horas a un país en que alrededor del 85 por ciento de los ciudadanos se consideran católicos.
El viaje del 3 y 4 de mayo será sobre todo una prueba para el frágil Pontífice, de 82 años, cuyo último viaje fue la visita a su tierra natal, Polonia, el pasado agosto.
Mucho ha cambiado España en los 10 años que han pasado desde la última visita del Papa a uno de los países más católicos del mundo, y la Iglesia interpreta su presencia aquí como una oportunidad para que los españoles redescubran sus raíces católicas.
"En los últimos años, es evidente que la secularización de la sociedad española ha ido aumentando. Dios ha desaparecido del horizonte para algunos", dijo a Reuters monseñor Juan José Asenjo, secretario general de la Conferencia Episcopal española.
Asenjo está al frente de la organización de la visita papal de este fin de semana y está convencido de que Juan Pablo II será recibido con entusiasmo.
Los españoles tienen una mejor situación ahora que hace 10 años, gracias a un período de crecimiento económico sostenido, pero se sienten menos seguros en materia de empleo, se muestran más preocupados por el aumento de los delitos, menos convencidos sobre el papel de la familia y bastante amenazados por el crecimiento de la inmigración.
La tasa de natalidad española es una de las más bajas del mundo, algo a lo que probablemente se referirá el Papa, según Asenjo.
Mientras la mayoría de los recién nacidos siguen siendo bautizados y muchas de las parejas de novios se casan por la iglesia, sólo una cuarta parte de los que se consideran católicos acuden a misa los domingos.
La Iglesia en España espera que más de 1,5 millones de personas reciban al Papa este fin de semana. Se prevé también que unos 300 mil jóvenes acudan el sábado al encuentro con el Pontífice en el aeródromo de Cuatro Vientos, en el sur de Madrid.
Se espera además que entre 800 mil y un millón de personas -muchas de las cuales llegarán a Madrid en autobuses desde todas las zonas de España- asistan la misa del domingo en la Plaza de Colón, en el centro de la capital, donde el Papa tiene planeado canonizar a cinco miembros de la iglesia en España.
Sólo parece existir un posible punto de fricción en la visita del Papa. Se trata de la posición del Presidente del gobierno, José María Aznar, de apoyo incondicional a la guerra de Irak, contestada por una gran parte de la sociedad española y a la que Juan Pablo II ha mostrado desde el primer momento su rechazo.
"No me sorprendería que, en algún momento, el Papa aluda a esta triste realidad (la guerra), pero no lo sé", dijo Asenjo.