MÉXICO.- El gobierno de México descartó hoy que la cancelación de los festejos del 5 de Mayo en la Casa Blanca tenga motivos políticos o sea una represalia por el rechazo mexicano a la guerra contra Irak.
El canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, afirmó que su Gobierno no hace ninguna lectura política del hecho de que este año no se festeje el 5 de Mayo en la Casa Blanca por problemas en la agenda del Presidente estadounidense, George W. Bush.
Además, Derbez recordó que los festejos por esa fecha sólo se habían hecho en la Casa Blanca en los últimos dos años, por lo que no eran una tradición.
El 5 de Mayo se conmemora en México la victoria en la batalla de Puebla de 1862 contra las tropas invasoras francesas, y en EE.UU. esta fecha es muy celebrada entre la comunidad hispana.
El año pasado, el Presidente Bush organizó una fiesta en la Casa Blanca en la que actuaron cantantes como Thalía y Pablo Montero, y a la que asistieron más de 300 invitados, entre ellos el productor Emilio Estefan y el presentador televisivo Mario Kreutzberger, conocido como "Don Francisco".
Por otra parte, en una rueda de prensa para evaluar los resultados de la presidencia mexicana del Consejo de Seguridad de la ONU durante el mes de abril, Derbez enfatizó que, pese a las discrepancias sobre Irak, las relaciones bilaterales con EE.UU. "se mantienen muy fuertes".
Prueba de ello, dijo, es que el miércoles y el jueves próximos viajará a Washington para reunirse con el secretario de Estado, Colin Powell, y la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice.
Además, durante su visita, que tendrá lugar después de la gira que hará el lunes y el martes por Canadá, Derbez se reunirá con senadores y representantes estadounidenses.
"No hay ese tipo de preocupación en la relación. Es más una preocupación percibida que una realidad. No hay una repercusión negativa en la realidad" por la postura de México en la crisis iraquí, afirmó el canciller.
Por su parte, el subsecretario de la Cancillería mexicana, Enrique Berruga, interpretó como una señal positiva las declaraciones recientes de algunos legisladores estadounidenses sobre la necesidad de alcanzar acuerdos migratorios con México.
"En los hechos se están dando pasos importantes en la relación bilateral", aseguró Berruga.
