BEIRUT/DAMASCO.- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pidió hoy al gobierno de Líbano que despliegue su Ejército a lo largo de la frontera con Israel y que acabe con la presencia allí del grupo extremista Hezbollah.
"Hemos emplazado a los libaneses a acabar con las actividades terroristas de Hezbollah. También instamos al gobierno libanés a enviar al Ejército al sur de Líbano y acabar con la presencia de Hezbollah", señaló Powell tras reunirse con funcionarios locales.
Beirut se niega a estacionar sus tropas en su frontera con Israel mientras este país ocupe territorio en el sur del Líbano.
Según el gobierno, las granjas de Chebaa -bajo ocupación israelí- forman parte del territorio del país, mientras que Israel insiste en que fueron tomadas de Siria en la guerra de 1967 y por tanto su futuro debe ser tratado en futuras conversaciones de paz con Damasco.
Powell señaló asimismo que quiere ver a Líbano "independiente y libre de todas las fuerzas extranjeras", en alusión a la presencia militar siria. Damasco tiene unos 16.000 soldados en el norte y el este del vecino país.
El secretario de Estado, que llegó procedente de Siria, fue saludado en el aeropuerto por su contraparte libanés, Jean Obeid, y por el embajador de su país en Líbano, Vincent Battle.
Luego se dirigió al Palacio Presidencial en Baabda, al este de Beirut, para reunirse por 50 minutos con el presidente, Emile Lahoud, en presencia del primer ministro, Rafik Hariri, y el presidente de la Cámara Baja, Nabih Berri.
Previamente, en Siria, Powell ratificó hoy el compromiso de su gobierno con el establecimiento de un futuro Estado palestino y para "resolver los temas pendientes" en la región.
Antes de reunirse con los líderes del gobierno sirio, Powell afirmó: "Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: la creación de un Estado palestino y al mismo tiempo trabajar junto a Siria y el Líbano".
Powell dijo que espera recabar apoyo para la "hoja de ruta", el cronograma de paz para Cercano Oriente diseñado por Washington, la Unión Europea, Rusia y la ONU, y abordar paralelamente las tensiones entre Isael, el Líbano y Siria.
Al mismo tiempo, subrayó la confianza del gobierno estadounidense en el nuevo gabinete palestino, aunque insistió en que la implementación de la "hoja de ruta" depende del "fin de la violencia" en la región.