CRAWFORD.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo hoy en su habitual discurso radiado de los sábados que "la batalla de Irak es una victoria en una guerra contra el terrorismo que continúa".
"Las principales operaciones de combate en Irak han terminado", dijo Bush en su discurso desde su rancho en Crawford, en el estado de Texas, donde tiene hoy como invitado al primer ministro de Australia, John Howard.
"La Operación Libertad de Irak se realizó con una combinación de precisión, rapidez y valentía que el enemigo no esperaba, y que el mundo no había visto antes", afirmó Bush.
"El mundo ha visto el poder de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos", añadió. "Estados Unidos y nuestros aliados hemos prevalecido".
Bush advirtió que la organización Al Qaeda "está herida, no destruida", y sostuvo que "las células dispersas de la red de terroristas siguen operando en muchos países y siguen conspirando contra los pueblos libres".
En una advertencia a otros países que, desde enero de 2001 Bush ha incluido en lo que llamó "el eje del mal", el Mandatario dijo que "la proliferación de armas mortales continúa siendo un grave peligro".
"Los enemigos de la libertad no están ociosos, ni lo estamos nosotros", añadió.
"Nuestro gobierno ha tomado medidas sin precedentes para defender nuestro territorio nacional y, más importante, seguiremos persiguiendo al enemigo antes de que pueda atacar", dijo.
Estados Unidos agradece apoyo de Australia en guerra
Bush recibió al Premier John Howard para agradecerle la participación de unos dos mil soldados australianos en la invasión de Irak lanzada el 20 de marzo.
El Presidente Bush ya ha agradecido con invitaciones similares al Primer Ministro británico Tony Blair, y al Presidente del gobierno español, José María Aznar.
El Mandatario explicó que los soldados australianos "ayudaron a capturar sitios en Irak occidental que podrían haberse utilizado para lanzar proyectiles Scud y perturbaron movimientos de tropas y puestos de comando, abriendo el camino para que unidades del Ejército y la Infantería de Marina (de EE.UU.) pudieran llegar a Bagdad".
Aviones FA-18 de Australia efectuaron bombardeos en Irak, la marina australiana colaboró con las fuerzas británicas para tomar el control de la península de Al Faw y buzos australianos limpiaron minas en el puerto de Umm Qasr, dijo el Presidente.
Estados Unidos, aparentemente, ha logrado acuerdos con una decena de países para que envíen contingentes militares para colaborar en el mantenimiento del orden público en Irak mientras Washington organiza la ocupación y el establecimiento de un gobierno iraquí.
El Presidente dijo que Estados Unidos y sus aliados apoyarán a los "nuevos líderes de Irak mientras establecen un gobierno de, por y para el pueblo iraquí".
El gobierno de Australia tiene planes para la apertura de una oficina en Bagdad desde la cual coordinará su participación en las actividades de posguerra en Irak.
La mayoría de los dos mil soldados australianos que participaron en la invasión saldrá de Irak durante mayo, y Howard ha indicado que su país no tendrá una presencia importante en las fuerzas de ocupación.
Australia, señaló Howard, ya tiene responsabilidades en operaciones de mantenimiento de la paz en Timor Oriental y otras partes del Pacífico sur.