El milagro de su licuefacción ocurre al menos dos veces por año.
ROMA.- Miles de fieles asistieron este sábado en Nápoles (200 km al sur de Roma) al "milagro" de la licuefacción de la sangre de San Genaro, patrón de esa localidad, un hecho que según la tradición protegerá por otro año a la ciudad de cualquier calamidad.
El arzobispo de Nápoles, cardenal Michele Giordano, proclamó la feliz noticia en el transcurso de una ceremonia celebrada en la catedral de la ciudad. El prelado mostró el frasco con la sangre del santo a las autoridades de la ciudad, entre los que se encontraba la alcaldesa de izquierda Rosa Russa Iervolino.
El "milagro" de su licuefacción ocurre al menos dos veces por año - el primer sábado de mayo y el 19 de septiembre, día de San Genaro que fue decapitado en el año 305 - y también el 16 de diciembre, fecha del aniversario de la erupción del Vesuvio en 1631, que se calmó con las oraciones de los creyentes a San Genaro. Si no se produce la licuación, se considera un mal presagio.
El arzobispo encabezó antes la tradicional procesión por las calles de la ciudad, donde se reunieron miles de personas que deseaban ver la sangre del mártir, conservada en un relicario de oro.
Giordano convocó en 1988 a un equipo de científicos para que examinasen la sangre. Este equipo, dirigido por el profesor Pierluigi Bollone, estableció que se trataba de sangre humana pero no pudo dar ninguna explicación científica al fenómeno de la licuefacción. Oficialmente, la Iglesia católica no se ha pronunciado sobre el fenómeno.