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Papa proclamó a cinco nuevos santos españoles

Durante la ceremonia, realizada en la plaza de Colón en Madrid, Juan Pablo II llamó a los españoles a no perder sus raíces cristianas.

04 de Mayo de 2003 | 08:52 | EFE
MADRID.- El Papa Juan Pablo II pidió hoy a España que no "rompa sus raíces cristianas" y a las familias españolas que permanezcan "unidas".

El Pontífice hizo estas peticiones ante un millón de españoles que asistieron en Madrid, en la céntrica Plaza de Colón, a la proclamación como santos de cinco beatos españoles que vivieron en Siglo XX, uno de ellos mártir de la Guerra Civil (1936-39).

Los nuevos santos son Sor Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de la Cruz; la carmelita Madre Maravillas de Jesús y la monja Genoveva Torres Morales, promotora de la congregación de las "Angélicas".

También fueron canonizados los sacerdotes Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana, y el jesuita José María Rubio.


Ésta ha sido la mayor canonización conjunta de españoles de la historia. Para recordar otra, hay que remontarse a 1622, cuando fueron proclamados santos San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús, San Isidro Labrador y San Ignacio de Loyola.

"No rompáis con vuestras raíces cristianas. Sólo así seréis capaces de aportar al mundo y a Europa la riqueza cultural de vuestra historia", pidió el Pontífice a los españoles.

Los presentes rompieron en aplausos y se repitieron los "vivas" y los clásicos "Juan Pablo II te quiere todo el mundo" y "Se ve, se siente, el Papa está presente".

Tras proclamar los nuevos santos y ponerlos como ejemplo a seguir, el Obispo de Roma animó a los españoles a implorar que en España sigan floreciendo nuevos santos, aunque aseguró que surgirán otros frutos de santidad si las comunidades eclesiales mantienen su fidelidad al Evangelio.

"Surgirán nuevos frutos de santidad si la familia sabe permanecer unida, como auténtico santuario del amor y de la vida. La fe cristiana constituye la identidad del pueblo español. Conocer y profundizar el pasado de un pueblo es afianzar y enriquecer su propia identidad", afirmó el Pontífice.

En España, aunque se registra un rebrote de las vocaciones religiosas, los seminarios están casi vacíos.

Actualmente hay un total de 27.180 sacerdotes, y 5.272, seminaristas.

Aunque según datos del Vaticano el 94,1 por ciento de los españoles se declara católico, el país cada día está más secularizado y, al igual que en otras naciones europeas, se están perdiendo los valores cristianos a pasos agigantados.

Cada día desciende el número de personas que asisten a misa (dos millones de fieles menos en el último año) y aumentan los que "pasan" de la Iglesia.

La familia está en crisis, con un aumento de los divorcios, y la natalidad ha descendido de manera alarmante. La Iglesia española ha denunciado que el desarrollo moral no va parejo con el económico.

De ahí los llamamientos hechos hoy por el Papa. Respecto a Europa, Juan Pablo II reiteró que el viejo continente no puede olvidar sus raíces cristianas y menos vivir como si Dios no existiera.

También le pidió a los católicos españoles que no tengan miedo a mostrarse en público como discípulos de Jesús y a España que, "siguiendo su pasado de valiente evangelización, siga siendo hoy testigo de Jesucristo Resucitado".

Del nuevo santo Pedro Poveda (1874-1936), resaltó que hizo una importante tarea humanitaria y educativa entre los marginados y carentes de recursos.

"Culminó su existencia con la corona del martirio", resaltó el Pontífice, en referencia a que Poveda fue asesinado en Madrid en 1936 por el sólo hecho de ser sacerdote.

De José María Rubio (1864-1929), el "apóstol de Madrid", destacó su labor en favor de los pobres de las barriadas madrileñas y su lema "hacer lo que Dios quiere y querer lo que Dios hace".

De Genoveva Torres (1870-1956), subrayó su apostolado lleno de humildad y sencillez, de abnegación y caridad, y de sor Ángela de la Cruz (1846-1932), su dimensión caritativa y social en favor de los necesitados y su impacto en la sociedad sevillana de su época.

"Su nota distintiva era la naturalidad y la sencillez, buscando la santidad con un espíritu de mortificación al servicio de Dios y los hombres", dijo el Papa de la santa sevillana.

De la Madre Maravillas (1891-1974), recordó que su vida contemplativa y la clausura del monasterio no le impidieron realizar obras sociales.

Con estos cinco, el Papa ha proclamado en sus casi veinticinco años de Pontificado un total de 469 santos y 1.314 beatos.

A la ceremonia de canonización, asistieron los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía; el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y las más altas personalidades del Estado.

Concluida la ceremonia, el Papa se despidió de los españoles con un "Hasta siempre España", "Hasta siempre tierra de María".

En 2006, se celebrará en Valencia, en el levante español, la Jornada Mundial de la Familia. Si su salud se lo permite, el Pontífice regresará ese año a la "Tierra de María".

Juan Pablo II regresa esta noche al Vaticano, poniendo fin a su quinto viaje a España y al 99 que ha realizado fuera de Italia.
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