WASHINGTON.- Hace 500 millones de años la Tierra sufrió un intenso bombardeo de meteoritos provenientes de la mayor colisión registrada en el Sistema Solar, según indican científicos estadounidenses en un informe que hoy publica la revista "Science".
Los rastros de esos meteoritos han sido encontrados en canteras de Suecia, pero también deberían hallarse en Sudamérica y China, manifestaron geólogos marinos de la Universidad Rice (Texas).
La investigación se basó en el análisis de meteoritos fósiles y muestras de piedra caliza recogidas en cinco canteras suecas distantes más de 500 kilómetros entre sí.
La piedra caliza se formó a partir de sedimentos marinos durante un lapso de dos millones de años, hace unos 480 millones de años, dejando intactos los meteoritos así como rastros minerales de meteoritos desintegrados.
"Lo que hacemos es astronomía, pero en vez de mirar a las estrellas estamos observando la Tierra", manifestó Birger Schmitz, profesor de geología marina de la Universidad Goteborg de Suecia, quien realizó la investigación en la Universidad Rice.
En la actualidad la caída de meteoritos es relativamente uniforme y se calcula que, anualmente y por cada 12.500 kilómetros cuadrados, uno llega a la Tierra.
El nuevo estudio determinó que durante la formación de la piedra caliza la caída de meteoritos sobre la superficie terrestre fue cien veces más intensa.
Alrededor de un 20 por ciento de los meteoritos que llegan a nuestro planeta son restos de un enorme asteroide que se desintegró hace 500 millones de años en lo que los científicos califican como la mayor colisión registrada en la historia del Sistema Solar.
Schmitz y sus colegas buscaron en los meteoritos formas del mineral cromita, que son únicas en los trozos de ese asteroide y encontraron que todos los fósiles tenían ese mismo origen.
No sólo eso. También descubrieron concentraciones similares de sedimento y granos de cromita extraterrestre en la piedra caliza de las cinco canteras en Suecia, lo que indicó que la actividad de los meteoritos tras la desintegración del asteroide ocurría con la misma intensidad en toda la zona.
La investigación también ha ayudado a explicar la razón por la que Schmitz y sus colegas de la Universidad de Goteborg pudieron recoger tantos meteoritos fosilizados en una sola cantera cerca de Kinnekulle, durante la última década.
Los meteoritos fósiles incrustados en rocas estratificadas son extremadamente raros y hasta ahora se han encontrado 55, de los cuales 50 lo han sido por el grupo de Schmitz.
"Es verdad que tenemos la suerte de haber buscado en el lugar preciso, en una capa de sedimentos que se formó en el fondo marino inmediatamente después de esta enorme colisión", dijo Schmitz.
"Pero, por otra parte, nunca habríamos comenzado a buscar allí si los trabajadores de la cantera no hubieran encontrado meteoritos de manera frecuente", señaló.
Hasta que los científicos llegaron a la cantera, los trabajadores del lugar se deshacían de los meteoritos fosilizados porque manchaban la piedra caliza.
Schmitz indicó que es posible que haya concentraciones similares de meteoritos fosilizados y granos de cromita en otras canteras de piedra caliza que se formaron durante el período que siguió a la desintegración del asteroide.
Señaló que ya ha encontrado evidencias de esos meteoritos en China y es posible que también haya algunos en América del Sur.