NUEVA DELHI.- Los gobernantes indios reciben hoy al subsecretario de Estado de EEUU, Richard Armitage, que ha ofrecido la ayuda de su país para acabar las disputas entre la India y Pakistán y conjurar así la posibilidad de una guerra nuclear en el Sur de Asia.
Armitage se ha reunido ya con Sonia Gandhi, líder del Partido del Congreso, el principal de la oposición, y el ministro de Asuntos Exteriores indio, Yashwant Sinha, quien señaló que "’hemos tratado de las relaciones bilaterales y marginalmente de Pakistán".
Con quien tratará hoy mismo Armitage del acercamiento entre la India y Pakistán es con el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee.
La visita de Armitage parece haber servido de catalizador para que Nueva Delhi e Islamabad aceleren el proceso de distensión planteado el pasado 18 de abril por Vajpayee, y hoy mismo se ha anunciado el plácet de Pakistán al nuevo embajador de la India, Shiv Shankar Menon.
Diecisiete meses después de la retirada mutua de embajadores, tras un atentado contra el Parlamento de Nueva Delhi del que la India acusó a Pakistán, y a un año de las amenazas de ataques nucleares intercambiadas por ambos gobiernos, el acercamiento parece avanzar a marchas forzadas, aunque la disputa territorial de Cachemira permanece enquistada como clave del conflicto.
Esta misma madrugada, siete musulmanes, miembros o simpatizantes del Partido Democrático del Pueblo, que gobierna el estado indio de Jammu y Cachemira, fueron asesinados por supuestos rebeldes islámicos independentistas.
En otro atentado, un policía resultó herido al atacar presuntos guerrilleros musulmanes secesionistas un puesto de un Grupo de Operaciones Especiales en el distrito de Kathua, también en Jammu y Cachemira.
Además, los bombardeos artilleros mutuos sobre la "línea de control" que separa las zonas india y paquistaní de Cachemira prosiguen casi a diario y, mientras hace tres días seis personas resultaron muertas en el lado de Pakistán, hoy ha sido una la que ha fallecido y otras tres la heridas en la parte de la India.
El ministro jefe del Gobierno estatal de Jammu y Cachemira, Mufti Mohamed Sayed, pidió hoy a "los rebeldes y sus patrones del otro lado de la frontera (Pakistán) que dejen la amenaza de los fusiles y las granadas para permitir que la iniciativa de paz propuesta por Vajpayee y aceptada por Pakistán tenga éxito".
"Si la India y Pakistán han acordado reanudar el diálogo bilateral para arreglar los problemas, incluido la cuestión de Cachemira, no hay justificación para que la guerrilla lleve a cabo operaciones contra las fuerzas del Gobierno en este problemático estado", agregó Sayed.
Como advertencia de que las dificultades para llegar a un arreglo sobre el conflicto del territorio de Cachemira, en el Himalaya, será complicado, también hoy el primer ministro paquistaní, Mir Zafarullah Khan Jamali, ha advertido que su división definitiva entre los dos estados, que acepta la India, "no es solución".
"No se puede contemplar como solución la división de Cachemira", recalcó Jamali, quien insistió en que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas, de 1948 y 1949, en las que se propugna la autodeterminación de esta zona de mayoría de población musulmana y un referéndum para que sus habitantes decidan si quieren ser independientes, anexionarse a la India o a Pakistán.
De momento, Islamabad y Nueva Delhi avanzan rápido en la búsqueda de medidas de confianza y, tras el intercambio de los embajadores, que se debe producir en pocos días, también reanudarán los vuelos comerciales y darán facilidades al tráfico fronterizo, además de fomentar los lazos deportivos.
Aunque Islamabad también había propuesto un desarme nuclear hasta que ambas partes se quedasen con una "mínima capacidad disuasoria", la India ha rechazado hablar de esta cuestión, pues considera que sus programas de armamento no están específicamente relacionados con Pakistán, sino que también deben tener en cuenta "otros vecinos", en referencia sin citarla a China.
En estas circunstancias, mucho más bonancibles que los tambores de guerra que sonaban en junio del 2002, cuando Armitage hizo su anterior visita a la zona, el subsecretario estadounidense ofrecerá su "ayuda" para que logren la paz los dos rivales nucleares.