BASORA, Irak.- Un clérigo chiíta de alto rango, que regresó a Irak tras 23 años de exilio, instó el sábado a la formación de un gobierno libre de influencias foráneas, horas después que Estados Unidos presentara una resolución ante la ONU para poner fin a las sanciones contra ese país.
El ayatolá Mohammed Baqir al-Hakim, líder del mayor grupo chiíta iraquí, viajó desde Irán hasta un punto cercano a la ciudad de Basora, donde recibió una cálida acogida popular.
Poco después de su arribo, alrededor de 100.000 personas se congregaron en un estadio en Basora para escuchar su discurso. Hakim exhortó a la formación de un gobierno escogido únicamente por iraquíes, para reemplazar al del derrocado Saddam Hussein.
"Este gobierno ha de ser escogido por iraquíes y debe ser completamente independiente", dijo Hakim en su primer discurso en Irak tras décadas de exilio. "No aceptaremos que nos impongan un gobierno".
El vínculo cercano de Hakim con Irán y la milicia armada conocida como Fuerzas Badr, ha despertado cierta alarma en Washington, pero el clérigo ha tratado de aplacar esos temores.
Mientras, en Nueva York, las 15 naciones que conforman el Consejo de Seguridad de la ONU discutieron un proyecto de resolución presentado por Estados Unidos, donde se especifica quién estará en control del Irak de la posguerra y otorga a Washington una amplia gama de poderes durante la reconstrucción iraquí.
El proyecto de resolución, también apoyado por Gran Bretaña y España, establece una autoridad interina para gobernar a Irak y levanta las sanciones impuestas tras la invasión iraquí a Kuwait en 1990, pero deja el embargo de armas en vigor.
Pugna por el poder
Francia y Alemania cuestionaron el viernes el papel limitado de asesoría de las Naciones Unidas en el proyecto de resolución, mientras que el viceministro ruso de Relaciones Exteriores expresó el sábado que su país se sentía intranquilo con dicho documento.
Yuri Fedotov manifestó que el proyecto tenía algunos aspectos positivos, pero que "también hay ciertos párrafos que no están muy claros y requieren de clarificación y un trabajo serio".
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, desdeñó el mes pasado los esfuerzos del Primer Ministro británico, Tony Blair, por ganar su favor en aras del rápido levantamiento de las sanciones contra Irak, y alegó que aún había que aclarar lo concerniente a las supuestas armas de destrucción masiva en el país árabe.
El triunfante regreso de Hakim a Irak es una señal de la pugna por el poder, en medio del vacío gubernamental, entre los diversos y fragmentados grupos iraquíes de la oposición.
El influyente clérigo, que en la década de 1970 fue encarcelado y torturado por oponerse a Hussein, ha encabezado el Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Irak (CSRII) desde 1980 en su exilio en Irán.
"Hemos adelantado mucho en tiempos tan difíciles. Ahora estamos camino de la seguridad y la estabilidad. Esto es una yijad (guerra santa) hacia la reconstrucción después de la destrucción de los opresores", dijo Hakim, de 63 años, en su discurso en Basora.
"Esto tiene que ser una marcha por la independencia (...) Solíamos decir sí a la libertad, ahora le decimos que sí a la independencia", añadió.
Los musulmanes chiítas son la mayoría en Irak, ubicándose por encima de los sunitas y otros grupos religiosos.