WASHINGTON.- El Gobierno de Estados Unidos confirmó hoy el regreso a Washington de una de sus más altas funcionarias en Irak, en lo que parece ser el comienzo de una amplia reestructuración de su administración interina en el país árabe.
La ex embajadora de EE.UU. en Yemen, Barbara Bodine, quien desarrollaba las funciones de alcalde de Bagdad, regresará a Washington de modo inmediato, según informó la Oficina de Reconstrucción y Ayuda Humanitaria en Bagdad.
Hasta el momento no se ha nombrado un sustituto para la funcionaria, que ha ocupado ese puesto durante menos de tres semanas y que regresa para ocupar un alto cargo en el Departamento de Estado.
Según el periódico "The Washington Post", el regreso de Bodine a Estados Unidos es el comienzo de una profunda reestructuración en la administración interina en Irak, que se ha visto plagada de problemas desde que comenzó a funcionar tras la caída del régimen de Sadam Husein, hace un mes.
En declaraciones al periódico, la funcionaria manifestó que desconoce la razón específica de su nuevo nombramiento y opinó que "no me voy con la sensación de que hemos hecho todo lo que hemos podido, pero tampoco me voy con la sensación de que ha sido un fracaso".
Como coordinadora para el centro de Irak y alcaldesa "de facto" de Bagdad, la ex embajadora tenía como misión restablecer los servicios públicos y formar un gobierno municipal democrático en la capital iraquí, de cinco millones de habitantes.
La partida de Bodine precede a la del jefe de la administración militar estadounidense en Irak, el general retirado Jay Garner, de quien se espera que regrese a Washington tras el nombramiento del diplomático Paul Bremer como responsable absoluto de la administración interina.
Según la Oficina de Reconstrucción, la llegada de Bremer a Bagdad se espera para finales de la semana.
En varias declaraciones efectuadas en Bagdad este fin de semana, Garner ha subrayado que desde el principio estaba previsto que permaneciera en su puesto por tan poco tiempo.
El "Post" publica también que el equipo de expertos de EE.UU. en armas no convencionales en Irak está frustrado ante la falta de hallazgos y espera dar por terminada su misión el próximo mes.
La llamada Fuerza Especial de Explotación 75, compuesta por biólogos, químicos, ingenieros nucleares y expertos en tratados de armas, está a punto de tirar la toalla y marcharse de Irak, al no conseguir demostrar uno de los mayores objetivos de la guerra, la presencia de armas de destrucción masiva en el país árabe.
En las últimas semanas y desde la caída del régimen de Saddam Hussein, los expertos han comprobado que en algunos casos era errónea la información sobre lugares identificados por Washington como sospechosos o que habían sido saqueados, quemados o ambos.