WASHINGTON.- La policía federal de Estados Unidos (FBI) descubrió pistas que podrían llevar a los autores de los ataques con ántrax de 2001, cuando cinco personas resultaron muertas tras recibir correspondencia contaminada, reveló este domingo el Washington Post.
Según el periódico, investigadores del FBI hallaron en un estanque de Frederick (Maryland, este) situado cerca de un laboratorio militar, una pipeta y material envuelto en plástico, guantes y una caja similar a las que se utilizan para la manipulación de productos altamente tóxicos.
Hasta ahora y tras 18 meses de investigación, el FBI no había descubierto elementos capaces de identificar a los autores del ataque con carbunco que causó pánico en las semanas que siguieron a los atentatos del 11 de setiembre de 2001.
En esa oportunidad una veintena de personas resultaron intoxicadas, sobre todo en los centros de distribución postal en medio de los ataques que tuvieron como objetivo principal a representantes parlamentarios.
Los edificios del Congreso en Washington y el principal centro de distribución postal de la capital estadounidense debieron ser cerrados durante varias semanas para lograr su total desinfección.
Según el artículo del Post, algunos investigadores estimarían que el autor pudo haber introducido el bacilo en los sobres utilizando la caja de manipulación recientemente descubierta.
El periódico señala que el FBI planea en los próximos meses proceder al vaciado de uno de los estanques de Frederick, a 60 kilómetros al noroeste de Washington.
Los últimos hallazgos renovaron el interés de los investigadores federales por Steven Hatfill, un ex especialista en bioterrorismo que trabajó en el laboratorio militar de Frederick y que vivió cerca de esa ciudad. El Departamento de Justicia lo había señalado como "una persona de interés" para la investigación, aunque hasta el momento no fue acusado de ningún cargo.
El científico, quien alegó siempre su inocencia, recibió entrenamiento como buzo y en medicina submarina. Según el periódico, su abogado calificó de "elucubración" la última teoría del FBI y reafirmó la inocencia de su cliente.