PEKIN.- El primer ministro chino, Wen Jiabao, prometió destinar todos los recursos necesarios para frenar la expansión del SRAS, síndrome respiratorio agudo severo, mientras trabajadores sanitarios en el sur del país salieron a las calles para acabar con el extendido hábito de escupir.
El síndrome respiratorio agudo y grave, que ha infectado a más de cinco mil personas en el país, surgió en el sur de China el año pasado, antes de que se propagara por toda la vasta nación y al otro lado del océano.
Alrededor de mil trabajadores sanitarios en la ciudad de Guangzhou patrullaban las calles para asegurar que se cumpla la ley que prohíbe escupir o tirar colillas de cigarrillos en público como parte de las medidas locales cuyo objetivo es acabar con la epidemia del SRAS, dijo la agencia de noticias Xinhua.
Los médicos dicen que escupir, que a veces se dice que es el pasatiempo nacional chino, puede hacer llegar gotitas de saliva a otras personas y propagar la enfermedad.
Mientras el primer ministro Wen Jinbao advirtió a los oficiales de que serían responsables de cualquier negligencia que se produjera en torno al SRAS.
Sus comentarios, recogidos por los medios estatales el domingo, se produjeron un día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que aún no había recibido los datos suficientes sobre la epidemia en China.
"Cada paciente debe ser tratado, cada fuente contagiosa debe ser aislada y cada riesgo potencial debe ser erradicado. No se permite ninguna formalidad o pretexto", fueron las palabras de Wen.
"La lucha contra el SRAS es una difícil prueba para los funcionarios y trabajadores de salud, quienes deben tomar la responsabilidad plena de vigilar por la seguridad y la salud del pueblo. No se permite ninguna negligencia ni ninguna excusa", dijo Wen, citado por Xinhua.
Al menos 240 personas han muerto por la neumonía atípica en China y más de 4.900 han contraído el virus, y la cifra global asciende a más de siete mil infectados.
Wen se hizo eco de los temores de la propagación del virus en las zonas rurales chinas, densamente pobladas, donde los servicios sanitarios están mal equipados para tratar el virus y no pueden hacer frente a un brote.
"Aún existe el riesgo de que se propague más. En las zonas rurales, hay canales y riesgos potenciales para ello", dijo.