WASHINGTON.- Estados Unidos inició hoy su mayor simulacro de respuesta a un atentado en la ciudad de Seattle, donde cientos de bomberos y policías se movilizaron después del "estallido" de una bomba radiactiva.
Denominado "TopOff 2", y con un costo de alrededor de US$20 millones, el simulacro continuará durante cinco días en varias ciudades de EE.UU. y Canadá.
Mañana, martes, Chicago será el supuesto blanco de un atentado con armas biológicas.
Este ensayo, coordinado por el nuevo Departamento de Seguridad Nacional, contará con la participación de más de 8.000 funcionarios de un centenar de agencias federales, estatales y locales.
El simulacro "TopOff 1" se llevó a cabo hace tres años en los estados de Nuevo Hampshire y Colorado, antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y dejó en evidencia graves fallos de coordinación y comunicación entre diferentes agencias.
Mientras que en Nuevo Hampshire las comunicaciones entre autoridades locales, estatales y federales se atascaron con cientos de llamadas y discusiones entre diferentes agencias, en Colorado, donde se simuló un ataque biológico, el sistema de asistencia pública quedó abrumado.
"TopOff 2" nos da la oportunidad de probar nuestra preparación y, al mismo tiempo, el tiempo para que identifiquemos las formas en que podemos mejorar nuestra respuesta para el futuro", afirmó hoy el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge.
El simulacro en Seattle, en el estado de Washington, estará centrado hoy en el sur de la ciudad, en torno a la antigua cervecería Rainier, y cientos de funcionarios evaluarán el ejercicio de respuesta después del supuesto estallido de una bomba que disperse material radiactivo.
Las autoridades advirtieron a la población sobre el simulacro y los cientos de policías, bomberos y trabajadores de salud que se movilizarán en torno al edificio donde ahora funciona una planta de tostado de café, se identificarán con letreros como participantes en el "TopOff 2".
Después del estallido ficticio, la policía bloqueó hasta el miércoles el tránsito de automóviles en la avenida Airport Way y en calles aledañas.
Los vecinos verán al personal con uniformes de protección que realizarán patrullas, y un centenar de estudiantes de escuelas secundarias harán el papel de víctimas heridas por la explosión o contaminadas por la radiactividad.
El ejercicio principal en Seattle continuará 36 horas, durante las cuales los equipos de asistencia y prevención recorrerán el área afectada en busca de "muestras radiactivas", mientras la policía y los hospitales coordinan y procesan el traslado de las "víctimas".
Asimismo, las fuerzas de seguridad llevarán a cabo una redada contra el grupo terrorista ficticio, que para este ejercicio ha recibido el nombre de "GLODO".
El alcalde de Seattle, Greg Nickels, dijo que no le preocupa que el simulacro cause pánico, ya que "este ejercicio ha recibido una publicidad muy amplia y se han difundido avisos y advertencias en los diarios, la radio y la televisión".
Hasta el viernes continuarán otras actividades del ejercicio, que serán menos visibles para el público y que consistirán, mayormente, de simulacros en puestos de mando y comunicaciones, y a través de modelos informáticos.
El guión de "TopOff 2" se tornará aún más dramático mañana, martes, cuando empiecen a presentarse en los hospitales de Chicago "pacientes" con síntomas parecidos a la gripe en número tal que pronto las autoridades determinarán que hubo un ataque con un agente biológico.
También habrá casos de "contagio" en Vancouver (Canadá) y otras ciudades de Estados Unidos.
La reacción de las autoridades a los ataques terroristas de septiembre de 2001 mostró que persistían los fallos de coordinación que se habían detectado en el simulacro "TopOff 1".
Uno de los problemas más graves fue el uso de diferentes sistemas de comunicación y bandas de radio distintas para el despacho y control de unidades de ambulancias, policías y bomberos, y la dificultad para el establecimiento de un sistema reconocido de mando en punto, que sufrió el ataque.
El Congreso de EE.UU., que creó el año pasado el Departamento de Seguridad Nacional, le ordenó que analizara y resolviera estos fallos y preparara al país para una respuesta rápida y eficaz a eventuales ataques terroristas.