BUENOS AIRES.— En un marco de incertidumbre y confusión sobre sus verdaderas intenciones, el ex Presidente Carlos Menem se asomó brevemente en la noche del martes a la ventana del hotel donde se aloja y saludó sonriente a partidarios que lo vitoreaban.
Pero el ex mandatario nada dijo sobre su presunta intención de declinar su candidatura, tema que mantiene en vilo a todo el país.
cón y asegura a partidarios que no los va a defraudar
Luego volvió a asomarse nuevamente para asegurar a sus partidarios que no los va a defraudar.
"Hermanos y hermanas, tengan la seguridad de que no los voy a defraudar. Vayan tranquilos a sus casas que mañana (miércoles) va a haber novedades", dijo de viva voz desde una primera planta del hotel.
Menem (72 años) rompió el silencio de toda la jornada a las 23:10 locales vestido con una camisa roja en reemplazo de la azul que lucía en su primera aparición.
"Menem no se va", "Menem no se va", coreaban varios centenares de simpatizantes ubicados frente al hotel céntrico donde funciona el cuartel general del ex mandatario, reclamando que Menem desista de su supuesto propósito de renunciar a su candidatura.
Aún no ha habido ninguna confirmación oficial sobre el supuesto propósito de Menem de declinar la candidatura presuntamente para evitar la humillación de una contundente derrota en la segunda vuelta presidencial del próximo domingo.
Todas las encuestas sobre intención de voto dan al gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner una amplia ventaja que en algunos casos se acerca al 70%.
A pesar de que Menem ha admitido que los sondeos lo muestran debajo de Kirchner -candidato del Presidente Eduardo Duhalde, su más acérrimo enemigo- los colaboradores del ex mandatario estarían tratando de disuadirlo para que no se presente a una elección que lleva a un fracaso inevitable y por una diferencia que podría marcar el fin de su carrera política.
Según algunas versiones no confirmadas, Menem anunciaría su dimisión el miércoles desde su provincia natal de La Rioja, a donde viajaría en la madrugada.
Pero en otros ambientes políticos no se descartaba que todo fuera una audaz maniobra para insuflar entusiasmo a sus alicaídos partidarios.
Ni siquiera el portavoz de Menem, Jorge Raventos, fue claro al detallar la situación.
"Hoy Menem sigue siendo candidato. Es cierto que analiza bajarse (renunciar) con algunos de sus colaboradores que sostienen que es inútil competir con el aparato de Duhalde", dijo a la prensa.
"Se va mañana a La Rioja", agregó.
Las versiones que comenzaron a circular en la mañana del martes sobre la renuncia de Menem volvieron a poner en duda la realización de la segunda vuelta electoral del domingo en la Argentina.
La abrupta suspensión de un encuentro con miembros de una asociación periodística para reunirse con su candidato a vicepresidente, Juan Carlos Romero, revivieron la incertidumbre.
Y aunque sus portavoces señalaron que la reunión tuvo como fin la grabación de un nuevo aviso publicitario, tanto en el gobierno como en las filas "menemistas" se habla del análisis de una encuesta encargada por el propio ex mandatario y de cuyo resultado dependerá su participación o no en los comicios.
En las elecciones del 27 de abril Menem obtuvo el 24,45% de los votos mientras que el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, consiguió el 22,24%.
Al no cumplirse los requisitos que exige la Constitución para proclamarse ganador en primera vuelta -tener más del 45% de los votos o más del 40% y superar al segundo por 10 o más puntos- los peronistas deberán enfrentarse en una segunda vuelta electoral el domingo.
Varios colaboradores de Menem salieron a negar públicamente que el candidato esté pensando en renunciar.
"Esto es algo que se ha instalado, lo ha instalado en cierta forma parte del inmenso aparato comunicacional que responde al gobierno, para debilitar la postura del candidato", dijo a una radioemisora el empresario Francisco de Narváez, postulante al Ministerio de Desarrollo Social de Menem.
Mientras tanto, su designado al Ministerio de Salud, Raúl Matera, fue contundente: "Le escuché decir que eso crearía una situación institucional gravísima y que agravaría la situación del país enormemente y que él no lo va a hacer", dijo.
Pero las declaraciones cambiaron pocas horas después.
Mientras el portavoz de Menem indicaba a AP que "todo sigue igual, no hay cambios", los más estrechos colaboradores de Romero confirmaban que se había levantado la pauta publicitaria contratada para la provincia de Buenos Aires hasta el jueves y que se había cancelado un acto con partidarios previsto para esta tarde.
Las palabras del senador Antonio Cafiero, un legendario caudillo del peronismo, también cayeron como un balde agua fría.
"Pareciera ser que el ex Presidente no estaría demasiado convencido de concurrir al comicio. A mí me dolería mucho si él tomara una actitud abstencionista", dijo Cafiero y agregó que le consta que algunos hombres cercanos a Menem le transmiten la posibilidad de que baje su candidatura para la segunda ronda.
Desde el gobierno varias voces se alzaron para criticar esta actitud.
"Hay una responsabilidad histórica de concluir este proceso con el voto en segunda vuelta; interrumpirlo sería una irresponsabilidad", dijo Duhalde.
"Todos los argentinos sabemos que nadie se retira de una elección faltando pocos días si sabe que va a ganar", coincidió el jefe de gabinete, Alfredo Atanasof.
Si la fórmula integrada por Menem y Romero renuncia a participar en la segunda vuelta, Kirchner deberá ser proclamado Presidente por la Asamblea Legislativa.
Según analistas, esto podría jugarle una mala pasada al gobernador de Santa Cruz, que se convertiría en Presidente con muy baja legitimidad, ya que llegaría al poder con apenas el 22% de los votos.
