BRUSELAS.- Los belgas acudieron este domingo a las elecciones legislativas en lo que se considera como un examen a la primera gestión del Primer Ministro Guy Verhofstadt, que ha conseguido bajar los impuestos, equilibrar el presupuesto y legalizar el matrimonio entre homosexuales, pero que provocó un empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos.
La principal batalla de las elecciones legislativas se libra en la norteña región de Flandes, donde los que hablan flamenco superan a la población francófona en este país dividido lingüísticamente y compuesto por diez millones de habitantes.
El comportamiento del partido extremista de derecha, el partido Vlaams Blok, será seguido de cerca, ya que en esta ocasión aspiran a conseguir su mejor resultado en sus 25 años de historia en la región de Flandes sobre una campaña antiimigrante.
Verhofstadt, un liberal proflamenco, está prácticamente empatado en las sondeos electorales con su rival Stefaan De Clerck del Parido Demócrata Cristiano de centro derecha.
El actual jefe del Gobierno belga se volverá a apoyar en socialistas y partidos ecologistas que forman su coalición de seis grupos para volver a obtener mayoría, a pesar de que Los Verdes podrían sufrir un grave revés debido al descontento electoral y optar por desempeñar un papel de oposición.
Está previsto que participen en las elecciones unos 7,6 millones de habitantes en estos comicios, cuyos primeros resultados no se conocerán hasta pasadas las seis de la tarde hora local.