RABAT/WASHINGTON.- Al menos 30 personas fueron detenidas en Marruecos -que inesperadamente debe encarar la lucha contra el terrorismo y el fundamentalismo islámico- en el marco de las investigaciones sobre los atentados del viernes pasado en Casablanca.
Según un portavoz del gobierno marroquí, los detenidos están siendo investigados por sus presuntas vinculaciones con Al Qaeda, la red terrorista de millonario Osama bin Laden, acusada de estar implicada en los atentados de Casablanca, el viernes, y de Riad, Arabia Saudita, el lunes pasado.
"Es prematuro afirmar que Al Qaeda sea responsable hasta que no tengamos pruebas concretas y claras. Pero personalmente estoy convencido de que se trató de una organización con el mismo peso", declaró el vocero oficial Nabil bin Abdallah.
Los cinco atentados del viernes pasado en Casablanca causaron la muerte de al menos 41 personas, entre ellos 13 kamikazes que perpetraron los ataques, en tanto que otro sospechoso fue arrestado esa misma noche.
"Los autores son jóvenes comandos kamikazes. Estamos convencidos de que forman parte de una célula ligada directamente a una red internacional instalada sobre el suelo internacional", añadió Bin Abdallah en una entrevista concedida al diario estadounidense The New York Times.
Frente a esta situación, la policía de Marruecos concentra ahora su investigación sobre dos grupos fundamentalistas islámicos marroquíes vinculados con el exterior.
El ministro de Justicia, Mohammed Bouzouba, anunció hoy que gran parte de los autores de los atentados fueron identificados y que son marroquíes que regresaron al país después de un adiestramientos en el exterior.
Según las autoridades, que interrogan al único supuesto atacante detenido -quien sólo resultó herido en los atentados-, los autores del hecho forman parte de dos grupos fundamentalistas desde hace algunos meses en la mira de la policía, la Jihad salafista y la Assirat Al Mustaqim (El justo camino).
Unos 100 militantes de esta última organización fueron detenidos recientemente, entre ellos el líder religioso Abu Hasf, de 28 años de edad, por la violencia de sus sermones contra los occidentales.
La treintena de detenidos en relación con los ataques del viernes fueron capturados el sábado pasado en Casablanca, Fez y Tánger, tres de las principales ciudades de Marruecos.
Los atentados -contra un hotel de propiedad de un kuwaití, un restaurante de un judío, una asociación judía, un cementerio judío y un centro social español- fueron definidos por las autoridades locales "clásicos objetivos terroristas para poner a Marruecos en la espiral del terrorismo internacional".
Para los servicios secretos estadounidenses no hay dudas de que los atentados en Marruecos y Arabia Saudita son obra de Al Qaeda, la misma organización a la que acusan por los ataques el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington.