BAGDAD.- El Consejo de Seguridad de la ONU debería votar esta semana una resolución de origen estadounidense que propone supender las sanciones contra Irak y otorgar un papel más importante a las Naciones Unidas en la reconstrucción del país, indicó el martes el jefe de la diplomacia rusa, Igor Ivanov.
En Bagdad, la nueva administración civil decidió reducir el toque de queda, mientras que expertos norteamericanos consideran que la gestión de la posguerra iraquí por parte de Estados Unidos es un "verdadero fracaso".
"No excluyo que, desde esta misma semana, podamos llegar a acuerdos que permitan a través del Consejo de seguridad de la ONU" arreglar la situación en Irak, declaró Ivanov en un discurso pronunciado ante estudiantes de Kiev, en Ucrania.
El lunes por la noche en Nueva York, los diplomáticos estadounidenses presentaron a sus colegas del Consejo una nueva versión de su proyecto de resolución que otorga un papel ampliado a la ONU respecto al primer borrador.
La versión corregida del texto estipula principalmente que el representante de las Naciones Unidas para Irak colaborará en la formación de un gobierno provisorio, mientras que la versión original preveía solamente que ayudaría al proceso.
También prevé prolongar por seis meses el programa de la ONU "Petróleo por Alimentos", en lugar de su supresión progresiva durante cuatro meses.
Por otra parte, Estados Unidos mantendrá su autoridad en Irak hasta que este país se dote de un gobierno reconocido internacionalmente. En la primera versión, los poderes de las "fuerzas ocupantes" estaban reconocidos durante doce meses renovables, salvo si el Consejo decidía otra cosa.
Por último y como concesión suplementaria, Estados Unidos acepta "revisar el mandato" de los inspectores en desarme de la ONU.
Francia, Alemania y Rusia habían hecho valer que sólo los inspectores de la ONU estaban habilitados para certificar el desarme de Irak, antes de cualquier suspensión de las sanciones.
En París, el Presidente francés, Jacques Chirac, se declaró dispuesto a votar esta resolución si se reforzaba el papel de la ONU. Queda aún "trabajo por hacer", subrayó sin embargo el lunes el jefe de la diplomacia francesa, Dominique de Villepin.
Según Igor Ivanov, Estados Unidos comienza a comprender que "sin la comunidad internacional, no podrá solucionar la cuestión de Irak".
"Estados Unidos tiene seguramente la fuerza suficiente para arreglar una parte del problema, el que se refiere al aspecto militar, pero luego hay toda una serie de cuestiones de orden social y económico" que necesitan la intervención de las Naciones Unidas, subrayó.
En lo inmediato, Washington excluyó un regreso rápido a Irak de los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), a pesar de los llamados en este sentido de la agencia frente al saqueo de las instalaciones nucleares.
En Irak, el nuevo administrador civil estadounidense, Paul Bremer, redujo el toque de queda para permitir a los musulmanes practicantes poder ir a las mezquitas antes del amanecer.
En Bagdad, 10.000 policías volvieron al trabajo, es decir la mitad de los efectivos de antes de la guerra, a pesar de la ausencia de medios.
Varios expertos estadounidenses también se mostraron críticos sobre la manera en que se ha administrado hasta ahora la posguerra.
"Estamos al borde del fracaso", estimó Loren Thompson, experto del Lexington Institute de Washington, interrogado por la AFP. "El contraste entre los esfuerzos de reconstrucción y la deslumbrante victoria militar es flagrante", destacó este experto.