BUENOS AIRES.- Buenos Aires es la primera ciudad de Latinoamérica con una ley que reconoce los derechos de las parejas de hecho, entre ellas las homosexuales, que podrán tener algunos de los beneficios de un matrimonio legalmente constituido.
Después de casi dos años de polémica, la norma acaba de ser reglamentada por el Gobierno de la capital argentina, que ha fijado un plazo máximo de 60 días para la creación de un registro en el que podrán inscribirse tanto parejas heterosexuales como del mismo sexo.
"Este es un logro no solamente para nosotros sino también para toda la sociedad", dijo hoy a la agencia EFE Pedro Paradiso, miembro de la comisión directiva de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que elaboró la iniciativa.
La ley cuenta con la firme oposición de la Iglesia Católica y autoriza "la unión conformada libremente por dos personas con independencia de su sexo u orientación sexual", quienes "tendrán un tratamiento similar al de los cónyuges" para el ejercicio de derechos, obligaciones y beneficios.
El proyecto había sido presentado en 2001 y fue aprobado por la Legislatura de Buenos Aires el 13 de diciembre pasado, cuando miembros de asociaciones de homosexuales y militantes católicos cruzaron insultos y estuvieron a punto de enfrentarse a golpes.
Pocos días después, una norma similar recibió el visto bueno del Parlamento de la sureña provincia de Santa Cruz y aún está en proceso de reglamentación.
"Estamos muy contentos, pero sabemos que este es el primer paso y no vamos a descansar hasta que tanto un gay como una lesbiana o un travesti que vivan en cualquier parte de Argentina tengan los mismos derechos que el resto de los habitantes", señaló Paradiso.
La norma establece que en la capital argentina las parejas de hecho tendrán derecho a compartir la misma cobertura de salud y que en caso de que uno de sus integrantes sea internado en un hospital el otro pueda quedarse y realizar trámites como pariente directo.
La presentación del certificado de unión civil facilitará los trámites en caso de litigios judiciales y la norma también prevé que, en caso de ser empleado público, la persona podrá pedir licencia en caso de enfermedad o maternidad de su pareja.
Martín Bohmer, decano de la Facultad de Derecho de la privada Universidad de Palermo, declaró que se trata de "una ley interesante, que no se superpone con otra normativa y se aplica en ámbitos en los que la ciudad tiene plena jurisdicción".
El experto explicó que a diferencia del matrimonio, que está regido por el Código Civil, una ley de alcance nacional, los integrantes de una pareja de hecho no tendrán derecho a herencia en caso de muerte ni podrán acceder a una pensión o adoptar un hijo.
Bohmer recordó que a petición de la Comunidad Homosexual Argentina hizo un análisis del proyecto y dio una "opinión favorable", al igual que "otros abogados e instituciones especializadas que participaron en discusiones y debates" sobre el asunto.
En cambio, el legislador conservador Jorge Enríquez opinó que la ley "es absolutamente inoportuna porque en el país hay problemas más importantes y no es el momento de importar normas sofisticadas de naciones nórdicas donde las necesidades básicas están satisfechas".
Según Paradiso, que integra el equipo jurídico de la organización de homosexuales, "aunque lo disimulen, quienes se oponen a este tipo de iniciativas no hacen otra cosa que discriminar, lo que está prohibido por la Constitución y las normas internacionales".
"Aunque parezca mentira, nosotros tuvimos que defender que en esta ley también se incluyeran los derechos de los heterosexuales porque querían dejarnos en una suerte de registro 'rosa', pero nos opusimos", añadió.
Para formalizar la unión civil, uno de los integrantes de la pareja deberá certificar domicilio en Buenos Aires con por lo menos dos años de anterioridad y también serán necesarios dos testigos que acrediten una convivencia estable durante el mismo periodo.
El director general del Registro Civil de la ciudad, Félix Pelliza, afirmó que "es imposible estar en contra de un instituto jurídico nuevo que proporciona derechos para distintas personas, tanto heterosexuales como homosexuales".
"Vamos a ir tomando turnos para las futuras uniones porque no queremos que nos tome por sorpresa una explosión de demanda. Esta es una ley promovida por la militancia de una comunidad numéricamente importante", indicó.
