WASHINGTON.- Estados Unidos teme que la oleada de atentados en Arabia Saudí, Israel y Marruecos pueda llegar a su propio territorio y está incrementando las medidas de protección para evitar ataques similares.
El Gobierno de George W. Bush decidió subir el nivel de alerta antiterrorista del color amarillo (riesgo elevado) a naranjo (riesgo alto), mientras que se han cerrado temporalmente la embajada y otros edificios diplomáticos en Arabia Saudí ante el riesgo de posibles atentados.
"Hemos recibido información sobre el intercambio de mensajes entre los terroristas que muestran sus deseos e intenciones de golpear nuevamente", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Añadió que el Consejo de Seguridad Interna se reunió hoy en la Casa Blanca para estudiar la situación. "Tenemos preocupaciones acerca de si estas amenazas van o no más allá de Arabia Saudí", Fleischer.
El cierre de la embajada de Estados Unidos en Riad y de los consulados generales en Yeda y Dahrán, entre los días 21 al 25, se produjo después de que el embajador saudí en Washington, Bandar bin-Sultan, apuntó las sospechas de que los autores de los atentados de la pasada semana en Riad planeaban una operación aún mayor.
Los atentados simultáneos de la pasada semana en Riad dejaron 34 personas muertas y 194 heridas.
"Creo que algo grande va a ocurrir aquí o en Estados Unidos", afirmó el embajador en unas declaraciones realizadas en su país a varios medios de prensa extranjera.
El FBI emitió una circular interna a los departamentos de policía de todo el país en el que avisa de que un ataque terrorista podría ser inminente.
El documento, emitido la pasada semana pero no divulgado por la prensa hasta hoy, señala que "Al Qaida está activa y con capacidad de actuar. Son probables más ataques. No se pueden descartar atentados en Estados Unidos".
Por todo ello, el Gobierno estadounidense estudia hoy la posibilidad de aumentar la alerta terrorista, que actualmente se encuentra en nivel "elevado" o amarillo, el tercero en una escala de cinco.
"Hacemos todo lo posible por mantenernos vigilantes, advertir a la gente y proteger al país", afirmó Fleischer.
El portavoz presidencial insistió en que la oleada de atentados no significa un revés a la proclamación del Presidente de EE.UU., George W. Bush, cuando aseguró a bordo del portaaviones "Abraham Lincoln", que "las fornas están cambiando" en la guerra contra el terrorismo.
"Al Qaida ha perdido sus principales centros de entrenamiento y está dispersada", afirmó Fleischer, aunque reconoció que ello no impide que colocar explosivos o coches bomba sigue siendo una posibilidad "real" en numerosos puntos de todo el mundo.
La oposición del Partido Demócrata ha aprovechado los atentados para criticar a Bush, ya que afirma que la guerra en Irak restó la atención de EE.UU. de continuar la guerra contra el terrorismo y eliminar a Al Qaida.
Sin embargo, Fleischer aseguró hoy que "el Presidente está centrado en dar seguridad al país en este mundo peligroso".
Mientras tanto, las autoridades de Turquía investigan la explosión de hoy en un céntrico café de Estambul, que causó un muerto y que se atribuye a un grupo de la extrema izquierda turca.
En Washington, el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, dijo hoy en el Congreso que "hoy estamos significativamente más seguros que hace 20 meses, ya que somos más conscientes de la amenaza del terrorismo y estamos más vigilantes".
Ridge compareció ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, donde no le hicieron preguntas directas referidas a las nuevas amenazas, y se marchó tras dos horas para la reunión del Consejo de Seguridad Interna y no ofreció declaraciones a la salida.