EE.UU.- A 10 días de la cumbre del Grupo de los Ocho, George W. Bush atacó frontalmente a los europeos este miércoles, por el rechazo de la UE a los organismos genéticamente modificados y criticó las subvenciones agrícolas, desafiándolos asimismo a dar más dinero para la lucha contra el sida.
El presidente estadounidense debe asistir a Evian (Francia) a comienzos de junio para participar en una reunión de jefes de Estado del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia).
Pocos días antes de su viaje a Europa, Bush acusó a los países europeos de entorpecer los esfuerzos para luchar contra el hambre en Africa mediante la prohibición de productos genéticamente modificados.
Bush, que seguramente recibirá fuertes críticas por su ataque a Irak, en la reunión en Francia del 1 al 3 de mayo de las naciones más industrializadas del mundo más Rusia, indicó que la prohibición europea sobre los productos que contienen organismos genéticamente modificados (OGM) es un obstáculo para la batalla contra el hambre.
"Esto causó que muchas naciones africanas eludan la inversión en biotecnología, por miedo a que sus productos no puedan ingresar en los mercados europeos. Los gobiernos europeos deberían unirse -y no estorbar- en la gran causa de poner fin al hambre en Africa", añadió.
Siete países europeos -Francia, Italia, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Luxemburgo y Austria- mantienen desde 1999 una moratoria a las importaciones de productos que contienen OGM, en espera de que la UE adopte una normativa sobre el etiquetado de estos productos, que ya fue decidida por los Quince y espera la luz verde del Parlamento Europeo a mediados de año.
El segundo blanco del discurso de Bush fueron los subsidios agrícolas de la Unión Europea, defendidos especialmente por Francia y Alemania, los principales opositores a la guerra liderada por Washington contra Irak.
"Propongo que todos los países industrializados, incluidos nuestros socios en Europa, eliminen inmediatamente todas las subvenciones a las exportaciones agrícolas hacia los países en vías de desarrollo para que estos puedan producir más alimentos para exportar y alimentar a sus propios habitantes", declaró Bush.
El tercer blanco fue la lucha contra el sida. Bush se congratuló del hecho de que el Congreso estadounidense haya aprobado su demanda de consagrar 15.000 millones de dólares en los próximos cinco años a la lucha contra el sida, que serán especialmente destinados a 14 países de Africa, el Caribe y el Pacífico particularmente afectados por la pandemia.
"Cuando vaya a Europa la semana próxima, desafiaré a nuestros aliados a anunciar un compromiso financiero similar para salvar aún más vidas. Les recordaré que los segundos pasan y que, cada día, 8.000 personas mueren de sida en Africa", añadió.
"Presionaré a nuestros socios europeos, a Japón y a Canadá para que se unan a nuestra gran misión de rescate y que correspondan sus buenas intenciones con verdaderos recursos financieros", indicó Bush.