ARGEL.- El Ministerio del Interior argelino informó que el último balance provisional del sismo que afectó a la capital y su región eleva a unos 459 el número de muertos y que los heridos ascienden a 2.407.
El Presidente Abdelaziz Buteflika viajó esta madrugada a la localidad de Bumerdés, 47 kilómetros al este de Argel, la más castigada por el sismo, para asistir a las tareas de rescate de víctimas de los edificios derruidos por el fenómeno telúrico.
En Bumerdés se cuentan 256 muertos; en Ruiba, 73; en Borch Menaiel, 71; en Thenia, 50; en Dellys, 40; en Argel, 199; en Tizi-Uzu, dos; y en Buira y Bujía una respectivamente.
De los 2.407 heridos, 1.456 se registraron en Argel y 742 en Bumerdés.
En la capital, gran parte de la población sigue acampada en la calle ante el temor de las réplicas del movimiento telúrico que, según el Instituto Argelino de Astrofísica, se sucederán en las próximas horas y en días siguientes.
Una primera réplica de 4 grados en la escala de Richter sucedió media hora después del sismo principal, registrado a las 19:44 horas GMT con una magnitud de 5,2 grados, según el Instituto Argelino de Astrofísica, provocando escenas de pánico en la población.
Otros observatorios europeos indicaron que el sismo alcanzó lo 6,0 grados en la escala de Richter.
En tanto, el Centro Geológico Nacional de Información de Terremotos de Estados Unidos dijo que el epicentro del sismo se ubicó cerca de la población de Thenia, 70 kilómetros al este de Argel, y a unos 10 kilómetros de profundidad.
El instituto estadounidense dijo que el terremoto tuvo una magnitud de 6,7 en la escala de Richter y que fue el mayor en golpear el país norafricano desde 1980, cuando un sismo mucho mayor, de magnitud 7,7, mató al menos a 4.500 personas en el oeste del país.
Las localidades de Ruiba y Bumerdés viven esta noche escenas de desolación y dramatismo, según informaron testigos presenciales.
Un argelino remueve los escombros de un edificio con la esperanza de hallar algún sobreviviente.
Numerosos edificios se han venido abajo en ambas localidades sepultando a decenas de personas, cuyos cadáveres están siendo extraídos por equipos de Protección Civil y voluntarios.
En Bumerdés y Ruiba han muerto más de 200 personas y en Argel unas 199, según los últimos datos provisionales oficiales.
Muchos habitantes de la capital se echaron a la calle precipitadamente tras registrarse el temblor y algunas de las víctimas murieron al tirarse desde sus ventanas presas del miedo.
La radio nacional argelina está solicitando donantes de sangre y reclamando que todo el personal médico y paramédico acuda rápidamente a los centros clínicos para ayudar en las tareas de asistencia.
También se reclama a los trabajadores de las empresas estatales del gas, la electricidad y el teléfono que colaboren en el restablecimiento de los servicios.
Se pide a la población que corte el suministro de gas en las viviendas que se han derrumbado para evitar nuevas víctimas, y que corten también la electricidad en los lugares donde todavía funciona.