CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa animó hoy a católicos y judíos a que trabajen conjuntamente en favor de la paz y la justicia y con la consideración de que "la defensa de la dignidad de todos los seres humanos es una causa que puede involucrar a todos los creyentes".
Juan Pablo II recibió hoy a una delegación del Congreso Mundial Judío, a quienes recordó que en la actualidad el mundo "a menudo está marcado por la violencia, la represión y la explotación", pero que no debe implicar que será así en el futuro.
Por ello, aseguró que cristianos y judíos están unidos en la creencia de que la vida es "una viaje hacia la obtención de las promesas de Dios", cuya palabra "es una luz en nuestro sendero, nos mantiene vivos".
Las relaciones entre ambas Iglesias han adoptado un sesgo positivo desde que el Concilio Vaticano II aprobó la declaración "Nostra Aetate", según el Pontífice, para quien la única diferencia es que la palabra de Dios llega a los judíos a través de la Torá, mientras que para los cristianos es por medio de las enseñanzas de Jesucristo.
"Aunque interpretamos esta herencia de manera diferente, nos sentimos unidos en el testimonio de Dios y en su amor por sus criaturas", señaló el Papa.
En su discurso, planteó que esa "cooperación sensata" entre cristianos y judíos requiere "coraje y visión, tanto como la creencia en que Dios nos retribuye de nuestros esfuerzos, ya que a menos que el señor construya la casa los que la levantan trabajan en vano".
Juan Pablo II también agradeció a la delegación del Congreso Mundial Judío su compromiso en favor de los niños argentinos, a los que están ayudando en estos momentos de dificultad en el país.
