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Treinta y seis heridos y 95 detenidos en violencias en Perú

Los incidentes se extendieron por gran parte del país bajo el lema de "el miedo se acabó".

28 de Mayo de 2003 | 21:07 | Agencias-El Mercurio en Internet
Soldados patrullan el centro de Lima.
Soldados patrullan el centro de Lima.
LIMA.— La policía reprimió con granadas lacrimógenas en distintas ciudades peruanas a millares de personas que protestaban por la aplicación de un estado de emergencia con suspensión de garantías constitucionales, ante una oleada de huelgas.

Treinta y seis personas resultaron heridas, de ellas 16 son policías y 20 civiles. Noventa y cinco manifestantes fueron detenidos tras los enfrentamientos. Tres de los policías resultaron con lesiones de consideración y fueron internados en un hospital de Jauja (Andes centrales), luego que chocaron con huelguistas cerca al poblado de Apata.

En ese lugar grupos de manifestantes bloquearon una carretera, incendiaron al menos un tractor y rompieron los vidrios de varios vehículos policiales, lo que obligó a la intervención de agentes antimotines que detuvieron a 35 personas.

En Chiclayo (norte), donde se produjeron choques entre unos 5.000 profesores en huelga y la policía, se detuvo a 31 manifestantes.

En la norandina ciudad de Cajamarca fueron arrestadas 2 personas, según los reportes.

Las fuerzas armadas y policiales asumieron este miércoles el control interno de Perú tras la instauración del estado de emergencia en respuesta a una oleada de protestas sociales, pero la medida no amilanó a los maestros que se enfrentaron a la policía y anunciaron que seguirán en huelga.

"El miedo se acabó" fue la consigna levantada por el gremio de los maestros los cuales salieron a las calles en desafío al estado de emergencia instaurado la noche del martes por el Presidente Alejandro Toledo para hacer frente a una creciente ebullición social.

La decisión de Toledo restringe derechos como el de reunión y de libre tránsito e involucra a los militares en el control del orden público y generó el miércoles choques entre huelguistas y la policía en al menos seis ciudades del país.

En otras cinco ciudades los maestros salieron en marchas de protesta luego que el líder del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación (Sutep), Nílver López, advirtió que "vamos a continuar con la huelga, los maestros seguimos en la lucha".

Los choques más graves se produjeron en la ciudad de Chiclayo (norte) donde cerca de cinco mil profesores tomaron la plaza principal de la ciudad y fueron dispersados con gases lacrimógenos por la policía antimotines.

En abierto desafío al estado de emergencia, los docentes en Chiclayo marcharon por calles céntricas de la ciudad y tomaron varios colegios, mientras sostenían enfrentamientos con agentes policiales.

En Pativilca (norte) grupos de manifestantes bloquearon nuevamente la carretera Panamericana que había sido despejada durante la madrugada por el ejército.

En la vecina ciudad de Barranca, tres civiles quedaron heridos por perdigones disparados por policías, mientras soldados del ejército dispararon balas al aire para disuadir a manifestantes.

Imágenes de la televisión mostraron a contingentes del ejército que se enfrentaron a un centenar de personas que los atacó a pedradas.

El dirigente magisterial López estimó que "a falta de soluciones integrales el camino del garrote, de la represión y de la fuerza es lo que caracteriza a los gobiernos débiles".

La huelga de los maestros se inició el 12 de mayo, abarca a unos 300.000 docentes y fue declarada ilegal en el marco del estado de emergencia.

Junto a la paralización de los maestros, continúa la que llevan a cabo 9.000 trabajadores del Poder Judicial.

Por su parte, el gremio de los agricultores suspendió la huelga que había iniciado el lunes hasta que se levante el estado de emergencia y responsabilizó al gobierno y a las fuerzas armadas por la vida e integridad de los agricultores.

El ex gobernante Alan García, líder de la oposición peruana, advirtió por su parte que la situación del país podría llegar al estado de sitio si el Presidente Toledo no convoca de inmediato al diálogo a los gremios sindicales en huelga.

"A partir de ahora se abre un momento de gravedad para el país", dijo García.

Del lado del gobierno, el primer ministro Luis Solari justificó el estado de emergencia al afirmar que hay grupos interesados en la alteración del orden público y en la destrucción de la democracia en Perú.

Solari subrayó que hay manipulación de las dirigencias sindicales y que los sectores interesados en destruir la democracia son el terrorismo, el narcotráfico y la "mafia fuji-montesinista" al referirse al pasado régimen de Fujimori y de su ex asesor Vladimiro Montesinos.
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