CIUDAD DE MÉXICO.- Los pueblos indígenas latinoamericanos "pelearán por su autodeterminación y la devolución de sus territorios a cualquier precio", señalaron hoy líderes indígenas de siete países que comparten en México experiencias sobre su lucha y resistencia.
El chileno José Naín, dirigente del Consejo de Todas las Tierras, que agrupa a las principales comunidades mapuche del sur de Chile, dijo a EFE que propondrá a sus "hermanos" indígenas rebelarse contra las próximas celebraciones del segundo centenario de la formación de los estados independientes americanos.
Para Naín, una celebración sólo sería posible con la devolución de dos millones de hectáreas que consideran sus tierras ancestrales y están "ocupadas por empresas forestales, de energía eléctrica y mineras".
En Bolivia, subrayó por su parte Felipe Quispe, de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de ese país, los indígenas ya se preparan política y militarmente para la toma del poder.
El también diputado Quispe, conocido como "Mallku" (cóndor, en idioma aymara), exhortó a los indígenas de los demás países de la zona a que no descarten la lucha armada como opción ante los frágiles y cerrados canales que ofrece la política tradicional.
"Vamos a tomar el poder político para autogobernarnos y expulsar a los invasores que ahora están en nuestros territorios", dijo a EFE el líder del Movimiento Indígena Pachakuti (MIP), quien hace una década estuvo cinco años preso por integrar un movimiento insurgente.
Quispe afirmó que una vez que los indígenas y campesinos tengan el poder, instaurarán "un régimen comunitarista que sustituya el capitalismo imperialista".
En general, los delegados de Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala y Perú que han llegado a la inauguración del encuentro, pues varios no han podido hacerlo por problemas con las visas, expresaron su rechazo al "modelo imperialista que administra el destino de la humanidad".
En la reunión también participan medio centenar de académicos, entre ellos Rodolfo Stavenhagen, relator especial de las Naciones Unidas para los derechos humanos de los indígenas, quien contrastó los estériles discursos de los intelectuales con el lenguaje directo de los indígenas.
"A los indígenas lo que los mueve es la vieja lucha por la dignidad, la justicia, los derechos humanos, su participación política y el mejoramiento de sus condiciones de vida, por lo que la retórica los tiene sin cuidado", expresó el profesor de la Universidad de Ciudad México.
No obstante, subrayó que dependiendo del punto de vista desde el que se mire el problema indígena en América Latina, ha habido muy importantes avances, o muy moderados, o incluso se han sufrido retrocesos.
Agregó que puede considerarse una revolución el hecho de que prácticamente todos los países han hecho reformas constitucionales para garantizar los derechos indígenas, y además los problemas étnicos forman hoy parte de la agenda internacional, del sistema de las Naciones Unidas e inclusive del financiero mundial.
Hace quince años no existía ni un reconocimiento oficial sobre la la cultura indígena, ni participaban de manera tan activa y protagonista en sus propios ámbitos nacionales.
Pese a ello, otros ven con menos optimismo esos avances, pues los pueblos indígenas siguen sin lograr sus principales reivindicaciones, mientras que los más pesimistas sólo tienen que acudir a las estadísticas para comprobar que sus comunidades siguen marginadas y en la miseria.
La peruana Noemí López Domínguez, de la Confederación Nacional Agraria, lamentó vestida con un traje típico que en su país no exista una organización indígena, aunque todas las asociaciones campesinas están integradas por indígenas.
La profesora de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, en Huaraz, presentará en México el problema de las mujeres indígenas peruanas tras la represión que desencadenó el régimen de Alberto Fujimori durante una década.
Afirmó que muchas mujeres y niños quedaron abandonados y que tuvieron que sobreponerse a la discriminación y a la indiferencia para tejer una red comunitaria de ayuda y trabajo que les permitió sobrevivir.