WEST POINT.- Estados Unidos está dispuesto a usar su poderío militar contra cualquier nación que apoye a grupos terroristas porque es "la única manera de afrontar esta amenaza", dijo hoy el vicepresidente Richard Cheney.
"No nos podemos olvidar de que los terroristas mantienen la determinación de matar a cuantos estadounidenses sea posible aquí y en el extranjero y quieren obtener armas de destrucción masiva", dijo Cheney durante un discurso ante más de 800 cadetes licenciados de la academia militar de West Point, en Nueva York.
Estados Unidos justificó su invasión de Irak alegando que el derrocado régimen de Saddam Hussein poseía esas armas prohibidas y tenía vínculos terroristas, aunque hasta ahora no ha podido comprobar ninguna de esas acusaciones.
No obstante, Cheney dijo que "con un enemigo semejante, ningún tratado de paz es posible, ni ninguna política de contención o disuasión resulta eficaz y la única forma de afrontar esta amenaza es destruyéndola por completo".
El Gobierno del Presidente George W. Bush "está decidido a hacer justamente eso", agregó.
En ese sentido, Cheney defendió la tan criticada doctrina de "ataques preventivos" de Bush, en el marco de su nueva política de seguridad nacional y advirtió que ésta permanece en vigencia.
Para Estados Unidos, la victoria bélica en Irak es tan sólo un paso en la lucha antiterrorista que Washington lanzó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que "aún no ha terminado".
Sin ofrecer nombres ni países en la lista de posibles blancos militares, Cheney dijo que si alguien duda de la seriedad de esta doctrina, "debe considerar la suerte que sufrieron los talibanes en Afganistán y el régimen de Saddam Hussein" en Irak.
Algunos expertos interpretan esas declaraciones como una advertencia velada contra el programa nuclear de Irán, al que Estados Unidos además acusa de no hacer lo suficiente por combatir a células de Al Qaeda en ese país.