LONDRES.- Hace 50 años, los televidentes en todo el mundo vieron en imágenes grises la coronación de una joven vestida de blanco como nueva monarca de Gran Bretaña.
El 2 de junio de 1953, el país realizó un espectáculo de coronación para la reina Isabel II que festejó no sólo a una nueva y joven soberana sino un nuevo comienzo después de las privaciones de la Segunda Guerra Mundial.
La comida aún estaba racionada, y el país necesitaba algo que le permitiera vislumbrar que se venían tiempos mejores.
Una fiesta nacional para una princesa de 27 años con un apuesto esposo y dos lindos hijos era la gran oportunidad para ello.
Los festejos modestos del 50 aniversario previstos para mañana lunes reflejan los enormes cambios sociales y económicos sucedidos durante el reinado de Isabel y su propia aceptación de una monarquía en menor escala.
En el Palacio de Buckingham, a donde antes concurrían las jóvenes de la nobleza a ser presentadas a la monarca, el festejo consistirá en un té para niños de familias pobres.
En la ceremonia principal, se conmemorará el servicio de coronación realizado en la Abadía de Westminster hace medio siglo.
La familia real no ha relevado sus planes para la jornada. Según el diario Daily Telegraph, el príncipe Carlos será anfitrión de una cena en Clarence House. Este palacio del siglo XIX era la residencia de la difunta reina madre y en poco tiempo será ocupada por Carlos con sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique.