TEHERAN.- Irán, país sospechoso de querer dotarse de una bomba atómica, persistió este lunes en su negativa a firmar un protocolo adicional al Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) que permitiría las inspecciones no programadas de sus instalaciones hasta que los occidentales no aporten asistencia tecnológica a su programa civil nuclear.
Pese a la creciente presión internacional, Teherán no firmará el protocolo adicional al TNP, que abriría la puerta a inspecciones intempestivas y a fondo de sus instalaciones nucleares, mientras los occidentales "no nos aporten su asistencia en el sector nuclear, como deben hacerlo según el TNP", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones exteriores iraní, Hamid Reza Asefi, tras la cumbre Bush-Putin del domingo.
Irán firmó el TNP, pero no su protocolo adicional, instituido tras la guerra del Golfo de 1991 cuando la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) se percató que Irak, firmante del Tratado de no proliferación, seguía desarrollando en secreto un programa de armamento nuclear.
En la actualidad los inspectores de la AIEA, después de haberse anunciado con antelación, tienen un acceso limitado a los sitios que el propio Irán ha declarado.
Irán, pese a que ha negado querer desarrollar armas nucleares, es objeto de crecientes sospechas de que la construcción, prevista o en curso, de sus primeras centrales civiles, oculta en realidad un plan para poseer la bomba atómica.
Los llamados del G8, de la Unión Europea o de Rusia, para que suscriba el protocolo adicional, han venido a reforzar la presión que ejerce sobre Irán Estados Unidos, país que les ha acusado de albergar miembros de la red terrorista Al Qaida y de querer entorpecer el proceso de paz entre israelíes y palestinos, así como en Irak.
El domingo en San Petersburgo el presidente norteamericano George W. Bush dijo estar "preocupado" y exhortó a Teherán "a cumplir con sus obligaciones".
Durante esta cumbre, Estados Unidos, que insiste ante Rusia para que cese su colaboración nuclear con Irán, aconsejó esta vez a Moscú que la "frene", según un diplomático estadounidense.
Igor Ivanov, ministro de Relaciones exteriores de Rusia, cuyo país construyó la primera central nuclear iraní, unió su voz el domingo a los llamados para que Irán firme el protocolo adicional de la Agencia internacional de energía atómica (AIEA) que permitiría inspecciones no programadas de las instalaciones nucleares iraníes.
"Si Rusia se inquieta, estamos listos para discutir" dijo el vocero del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Hamid Reza Asefi, respondiendo de esta manera al llamamiento hecho el domingo a Irán por el canciller ruso Igor Ivanov para que Irán firme el texto.
Pero Asefi recalcó que su país no firmará "otro acuerdo internacional mientras los occidentales no respeten las obligaciones impuestas por el TNP y nos aporten asistencia en el sector nuclear tal como deben hacerlo según el TNP".
Ante el argumento estadounidense de que los iraníes poseen suficiente petróleo para no tener que recurrir a la energía nuclear, Asefi respondió que "los propios norteamericanos propusieron al antiguo régimen del Shah construirle centrales nucleares".