MADRID.- La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) pidió el martes al Gobierno cubano que ponga fin a la "escalada represiva" y recomendó a Estados Unidos que levante el embargo comercial que pesa sobre la isla.
En el documento titulado "Medidas esenciales: los derechos humanos en peligro en nombre de la seguridad", difundido por la sección española de Amnistía Internacional, la entidad denuncia una vez más las ejecuciones de principios de abril y la detención de disidentes en Cuba.
"El gobierno cubano debe detener inmediatamente las ejecuciones y suprimir de una vez por todas la pena de muerte del sistema legal del país", afirma AI, tras recordar que la ejecución de tres cubanos a principios de abril pasado puso fin a una moratoria que regía en Cuba sobre la pena capital desde hacía tres años.
La entidad afirma que "es preciso poner fin a la escalada represiva" y sostiene que los 75 disidentes encarcelados a mediados de marzo, a los que considera "presos de conciencia" acusados por las autoridades de ser "agentes extranjeros que ponían en peligro la independencia y seguridad de Cuba", deben ser "inmediata e incondicionalmente" puestos en libertad.
El informe de la Amnistía Internacional sobre Cuba, difundido una semana después de su informe anual en el que también dedicaba un capítulo a la isla, admite el "efecto negativo" que está causando en Cuba el embargo estadounidense vigente desde hace más de 40 años.
"El embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba ha servido de justificación para la represión del Estado y ha contribuido al clima en el que se producen violaciones de los derechos humanos", afirma el texto.
Pero además señala que el embargo "ha tenido un efecto perjudicial en la nutrición, la salud y la educación especialmente dañino en los miembros más vulnerables de la sociedad".
Por esa razón Amnistía recomienda al gobierno estadounidense que "revise su política a fin de terminar con el embargo comercial" sobre Cuba.
Tres cubanos fueron ejecutados el 11 de abril pasado por haber secuestrado una lancha para intentar escapar hacia Estados Unidos. Días antes, 75 disidentes fueron detenidos y condenados a penas de hasta 28 años de cárcel.