LIMA.- Miles de trabajadores y estudiantes marcharon hoy pacíficamente por las principales ciudades peruanas, convocados por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), para pedir al Gobierno la derogación del estado de emergencia decretada hace una semana en el país andino.
Las principales calles del centro de Lima fueron escenario de una marcha multitudinaria hacia el Congreso, formada en su mayor parte por profesores del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), en huelga indefinida desde hace 24 días.
A diferencia de los últimos días, en que el Ejército asumió patrullar la capital, miles de policías reanudaron hoy el control de las vías públicas y acompañaban a los manifestantes en sus desplazamientos.
También hubo presencia de fiscales y representantes de la Defensoría del Pueblo para verificar el orden público debido a que varias garantías constitucionales han sido suspendidas.
A pesar de que el secretario general del sindicato de maestros, Nílver López, reconoció que han aceptado el aumento salarial propuesto por el Gobierno y de que el Ejecutivo ha dado solución al 90 por ciento de sus demandas, los 280.000 profesores en huelga aún no han levantado su medida de protesta.
El ministro del Interior, Alberto Sanabria, confirmó que una comisión de la CGTP integrada por los dirigentes Mario Huamán, Olmedo Auris y López fue autorizada para llevar un petitorio al Palacio de Gobierno.
Sanabria dijo que la marcha se llevó a cabo dentro del marco del respeto mutuo, sin incidentes de violencia.
Sin embargo, el ministro aclaró que el compromiso asumido por la administración de Alejandro Toledo es que en el instante en que se levante la huelga del Sutep y se logre la paz en el territorio peruano, se derogará el estado de emergencia.
A su salida de Palacio, Huamán informó de que entre sus demandas han incluido también el cambio del gabinete ministerial porque la crisis política se puede agravar.
Los sindicalistas también fueron recibidos por representantes del Partido Aprista Peruano (PAP, en la oposición) al llegar al Congreso peruano para solicitarles su apoyo para que se den respuestas a las demandas de varios gremios y para que se levante el estado de emergencia.
En la ciudad sureña de Arequipa, la segunda en importancia del Perú, hubo hoy un "cacerolazo" en la céntrica Plaza de Armas para demandar que se levante el estado de excepción en el país andino.
El Frente Regional de Arequipa convocó también un paro cívico en la ciudad, pero la actividad comercial apenas si se vio afectada, según medios periodísticos.
A los maestros de Arequipa se sumaron estudiantes, agricultores y otras organizaciones civiles que marcharon acompañadas por agentes policiales.
Las manifestaciones pacíficas se repitieron en las ciudades norteñas de Trujillo y Huaraz, encabezadas por el gremio de educadores.
Por su parte, el mandatario peruano recibió hoy a la Comisión de Alto Nivel que investigó los violentos sucesos ocurridos la semana pasada en Puno, que dejaron un universitario muerto y decenas de heridos de bala.
El sacerdote Gastón Garatea, presidente de la comisión, dijo a la prensa que ha sugerido al Presidente Toledo que la represión militar ocurrida en la ciudad sur andina sea investigada por el Parlamento.