BUENOS AIRES.— El Presidente Néstor Kirchner reclamó el miércoles en un discurso dirigido a la población que el Congreso avance sin demoras en la remoción de los jueces de la Corte Suprema de Justicia.
"Pedimos con toda humildad... que los señores legisladores y el Congreso de la Nación marquen un hito hacia la nueva Argentina, preservando a las instituciones de los hombres que no están a la altura de la circunstancias", dijo Kirchner en un breve pero contundente mensaje por cadena nacional.
Según lo establece la Constitución, sólo el Parlamento tiene la protestad de remover a los miembros del Alto Tribunal.
"El aporte que pedimos... es la puesta en marcha de mecanismos que permitan cuidar a la Corte Suprema como institución de alguno u algunos de sus miembros", agregó el mandatario.
Las palabras del Presidente se producen en momentos en que el máximo tribunal es fuertemente cuestionado por la población al mismo tiempo que una comisión legislativa estudia promover el juicio político y posterior destitución de los miembros de la Corte.
Esta semana funcionarios del gobierno ya se habían pronunciado a favor de la salida de los jueces. Pero Kirchner decidió redoblar la apuesta y ponerse él mismo al frente de ese pedido.
Kirchner fue más allá y en duros términos se refirió al presidente del alto Tribunal, Julio Nazareno, como "el pasado que se resiste a conjugar el verbo cambiar que el futuro demanda. Acostumbrado como está a un constante toma y daca para subsistir y lograr sus objetivos a costa de la calidad institucional".
También apuntó contra otros jueces, que junto a Nazareno integran la "la triste y célebre mayoría automática", en palabras del mandatario, en referencia a los cinco jueces que habían sido designados durante el gobierno de Carlos Menem y son acusados de ser con sus fallos "adictos a los gobiernos de turno".
"Queremos una Corte Suprema que sume calidad institucional y la actual dista demasiado de hacerlo", concluyó.
Por la mañana, medios periodísticos informaron que el gobierno analizaba la posibilidad de convocar a un plebiscito no vinculante para que la población se pronuncie sobre el tema.
Según analistas, con esa idea se apuesta a que si en las urnas se concreta lo que reflejan las encuestas, según las cuales el 83% de la población está de acuerdo con renovar la Corte, forzaría la renuncia de los jueces.
Paralelamente, en el Congreso la comisión de juicio político, en la que los diputados del oficialista peronismo son mayoría, avanzaría el jueves en una acusación formal contra el juez Carlos Fayt.
A Fayt se lo acusa de no haberse excusado de votar a favor de la inconstitucionalidad del "corralito" al retiro de depósitos bancarios, pese a ser parte de los miles de ahorristas afectados por esa medida.
Los nueve integrantes del máximo tribunal habían quedado al borde de la destitución el año pasado pero finalmente el Congreso dio marcha atrás en el proceso.
Según el procedimiento, una vez que la comisión avance en la acusación ésta se somete a la votación de la Cámara de Diputados. En caso de prosperar, luego es facultad del Senado disponer o no la remoción de los jueces.