LA HABANA.- Delegaciones de Cuba y Estados Unidos celebrarán una nueva ronda de conversaciones migratorias el próximo viernes 6 en Nueva York, para revisar su marcha y debatir "temas medulares", anunció hoy la cancillería cubana.
De acuerdo con un artículo que publica este jueves el periódico oficial "Granma", el Ministerio de Relaciones Exteriores considera que desde la pasada jornada de reuniones celebrada en La Habana en diciembre pasado se han producido varios hechos que "ameritan un pormenorizado análisis".
La nota de la cancillería cubana alude al secuestro y desvío a Florida (EE.UU.) de dos pequeños aviones que cubrían una ruta local en la isla, y a los intentos frustrados de llevarse una lancha de pasajeros y otro avión con igual destino, ocurridos entre enero y abril pasados.
En abril, los tres principales implicados en el secuestro de la lancha de pasajeros en la bahía de La Habana fueron fusilados tras ser sometidos a un juicio sumario, y los que intentaron secuestrar un avión de pasajeros el pasado 10 de abril fueron condenados a penas que oscilan entre los 20 años de cárcel y cadena perpetua.
Cuba y EE.UU. no tienen relaciones diplomáticas desde 1961 y los acuerdos migratorios son los únicos que han firmado en más de cuarenta años.
Dichos tratados estipulan el compromiso de Washington a otorgar un mínimo de 20.000 visados anuales a los cubanos que desean emigrar a EE.UU. y a devolver a la isla a los inmigrantes ilegales interceptados en alta mar.
Cuba, por su parte, aceptó en ese trato no tomar represalias contra los inmigrantes devueltos a la isla y garantizar su reinserción social.
Pero el gobierno de La Habana ha denunciado que en los primeros cuatro meses de este año la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en la capital cubana apenas había concedido unos 700 visados, lo que contribuye a fomentar las salidas ilegales y los secuestros.
Además, las autoridades cubanas insisten en que la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, aprobada por el gobierno norteamericano en 1966, actúa como un estímulo permanente de las salidas ilegales de la isla.
Esa legislación otorga un trato preferencial a los inmigrantes cubanos, a quienes concede permiso de trabajo y residencia siempre que pisen territorio de EE.UU.