WASHINGTON.- La Nasa lanzará este domingo el primero de dos robots destinados a posarse sobre Marte para determinar si hay o hubo agua, y si ha existido alguna forma de vida en ese planeta.
Con esas misiones la Nasa tendrá la oportunidad de redimirse después de dos reveses marcianos en 1999 y la catástrofe del transbordador espacial Columbia a comienzos de año.
El lanzamiento de los Mars Expedition Rover (MER-A y MER-B), dos vehículos todoterreno de cerca de 180 kg cada uno, está previsto para el 8 y el 26 de junio desde Cabo Cañaveral (Florida, sudeste).
El primer intento de lanzamiento del MER-A está fijado para las 14;05 horas y 55 segundos (18:05 horas GMT), con un pronóstico meteorológico favorable, en un cohete Delta II de Boeing.
Esta alta temporada marciana, que comenzó el 2 de junio con el lanzamiento de la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea desde Baikonur (Kazajstán), se explica por el posicionamiento ideal del planeta rojo que, en su órbita alrededor del Sol, está a solamente 55 millones de kilómetros de la Tierra. Una oportunidad que se presenta cada 26 meses.
La Nasa destinó 800 millones de dólares para enviar los dos enormes robots, que intentarán posarse lejos uno del otro, sobre dos sitios con potencial geológico importante, antes de deambular durante tres meses.
Calificados como "robots geólogos" por los científicos de la misión, los Rover alimentados por energía solar pueden avanzar unos 40 metros por jornada marciana. Ese fue el total de la distancia recorrida durante toda la misión del Pathfinder, cuyo mini-robot Sojourner, de 10 kilos, fue el primer objeto construido por el hombre en desplazarse sobre Marte, en 1997.
La llegada de los Rovers y del Mars Express está planeada para enero de 2004.
Tras el fracaso del Polar Lander en 1999, que se estrelló sobre Marte luego de que fallara su sistema de descenso, la Nasa volvió a apelar al sistema del Pathfinder: un descenso enlentencido por un paracaídas, además de una caída amortiguada por un sistema de bolsas de aire (airbags).
El plan prevé que una vez que los airbags se desinflen, se abra la nave y salga el Rover. Este se comportaría como un turista, desplegando su brazo telescópico equipado con un aparato fotográfico, para tomar una vista panorámica de 360 grados, y en color, del suelo marciano.
Entonces empezaría a analizar el suelo y las rocas, con cinco instrumentos de estudio geológico y una herramienta especial que le permite raspar o excavar.
Los 150 científicos instalados en el Jet Propulsion Laboratory de la Nasa en Pasadena (California, suroeste) esperan recibir informaciones transmitidas por los robots directamente hacia la Tierra, a través de dos satélites estadounidenses en órbita alrededor de Marte: las sondas Global Surveyor y Odyssey.
Esos datos permitirán a los investigadores decidir el camino que recorrerán los robots en cada jornada.
Los científicos seguramente comenzarán por explorar los alrededores inmediatos de su punto de llegada antes de enviar a los robots más lejos, para recorrer hasta 500 metros cada uno durante toda la misión.
Los hallazgos previos indican que no existe más agua en estado líquido en Marte. Pero la geología y el relieve particular del planeta rojo, que parece modelado por cursos de agua, han convencido a numerosos investigadores sobre su existencia en el pasado.
El primer Rover tiene programado posarse en el cráter Gusev, unos 15 grados al sur del ecuador de Marte el 4 de enero de 2004.
El segundo apunta al meridiano Planum, una zona de acumulación de óxido de hierro, situado a dos grados al sur del ecuador. Su llegada está prevista para el 25 de enero de 2004.