GAZA.- El grupo militante islámico Hamas reiteró el sábado que continuará sus ataques suicidas en contra de israelíes, a menos que el primer ministro palestino, Mahmoud Abbas, se retracte de los compromisos que asumió esta semana en una cumbre con Israel y Estados Unidos.
"Esa decisión ya está tomada, a menos que Mahmoud Abbas se retracte de los compromisos que hizo en Jordania", dijo el sábado Abdel Aziz al-Rantisi, un líder de Hamas, a la cadena árabe de televisión, al-Jazeera.
El fundador y líder espiritual de Hamas, Ahmed Yassin, dijo el viernes que eran inaceptables los compromisos asumidos por Abbas en una cumbre tripartita con Estados Unidos e Israel celebrada el miércoles en la ciudad portuaria de Aqaba, en Jordania, y a la que asistieron, además de Abbas, el presidente estadounidense, George W. Bush, y el primer ministro israelí, Ariel Sharon.
"Hemos acabado el diálogo con la Autoridad Palestina", dijo Yassin a Reuters. "Esa es nuestra decisión y no tenemos alternativa. La resistencia armada continuará", agregó.
El viernes, los líderes de Hamas anunciaron que suspendían las conversaciones con Abbas sobre el fin a los ataques contra israelíes, y dijeron que hablarían con otras facciones para adoptar una postura conjunta frente a las promesas de Abbas en la cumbre con Estados Unidos e Israel.
Miles de simpatizantes de Hamas, reforzando las palabras de Yassin, realizaron el viernes manifestaciones en varias ciudades de la Franja de Gaza, prometiendo continuar c y los atentados suicidas.
El anuncio enfrenta a los palestinos radicales con el nuevo gobierno reformista de Abbas, lo que podría generar temores de una guerra civil.
Abbas, también conocido por su nombre de guerra, Abu Mazen, exhortó en la cumbre a la desmilitarización de la rebelión palestina de 32 meses, abogando de hecho por el fin de la lucha armada de los palestinos por un Estado independiente.
Bush, consolidando su nuevo papel como mediador para la paz en Oriente Medio tras la guerra en Irak, obtuvo una promesa de Israel de desmantelar algunos asentamientos improvisados de colonos judíos en Cisjordania y el respaldo para la creación de un Estado palestino "viable".
Hamas ha estado a la vanguardia de los ataques contra israelíes, entre estos decenas de atentados suicidas, durante la revuelta e indicó inmediatamente tras la cumbre que no depondría las armas.
El plan de paz llama al fin de la violencia entre palestinos e israelíes y a medidas recíprocas dirigidas a edificar la confianza entre las partes.
Busca también el congelamiento de la expansión de los asentamientos judíos en territorios ocupados, con vistas al establecimiento de un Estado palestino en el 2005.
Descartan uso de fuerza contra Hamas
Abbas, esperando evitar una confrontación con Hamas, sostuvo conversaciones sobre una tregua con el grupo antes de la cumbre de Aqaba y había expresado su confianza de que persuadiría a éste para declarar una tregua en las conversaciones próximas.
Yassin dijo que Hamas estaba poniendo fin al diálogo porque Abbas ignoró en la cumbre temas claves como el derecho de regreso de los refugiados palestinos a lo que ahora es Israel, y el futuro de Jerusalén.
En comentarios sobre la decisión de Hamas, el ministro palestino Ziad Abu Amr indicó que Abbas haría todo lo que estuviera a su alcance para evitar un conflicto armado con el grupo. El gobierno, dijo Abu Amr, se comprometió a "no recurrir a la fuerza" para resolver asuntos internos.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, calificó a Hamas como "un enemigo de la paz" e instó a todas las partes en la región a desmantelar "la infraestructura del terrorismo".
El plan de paz, que los palestinos aceptaron e Israel respaldó con reservas, llama a la Autoridad Palestina a realizar "operaciones efectivas dirigidas a enfrentar a quienes estén involucrados en el terrorismo".
Esto, según la iniciativa, incluye el "desmantelamiento de las capacidades e infraestructura terrorista" y "la confiscación de armas ilegales".
Desde la cumbre, las fuerzas israelíes han allanado un escondite de militantes radicales en la ciudad cisjordana de Tulkarm y destruyeron dos túneles en la Franja de Gaza, que según el ejército, eran usados para introducir armas desde Egipto.