Los participantes madrugaron porque entre las 4 y las 5:30 horas ya tenían que estar en el paseo María Cristina, que comunica la ciudad con la montaña de Montjuic.
BARCELONA.- Unas 4.500 personas han posado desnudas esta madrugada en el paseo de María Cristina de Barcelona para que el fotógrafo artístico Spencer Tunick realizara una de sus polémicas fotos colectivas, denominadas por él mismo como "instalaciones" o "performances", y que luego son recogidas en una exposición itinerante.
Aunque se habían inscrito unas 15.000 personas como voluntarias para posar desnudas, al final han sido "más de 4.500" las que, según Spencer Tunick, han participado en el evento, que se ha desarrollado sin ningún incidente y en un clima de total colaboración entre los ciudadanos que han hecho de modelos y el fotógrafo estadounidense.
Quienes han participado en esta insólita sesión fotográfica, la mayoría jóvenes de ambos sexos pero también algunas personas mayores e incluso algún bebé acompañado de su madre, han tenido que madrugar mucho, porque entre las 4 y las 5:30 horas ya tenían que estar en el paseo María Cristina, que comunica la ciudad con la montaña de Montjuic.
Los voluntarios, que no percibirán ninguna remuneración económica y sólo recibirán dentro de tres o cuatro meses una copia de la foto que les será enviada por correo a sus domicilios, se han ido desnudando en los palacios de la Fira de Barcelona que han sido abiertos para la ocasión y se han plantado en medio de la avenida para posar completamente desnudos.
Durante casi una hora y media, aproximadamente, los participantes han tenido que permanecer desnudos al aire libre, y aunque la temperatura no era baja (unos 15 o 16 grados) tampoco era como para tener calor, por lo que muchos de los "modelos ocasionales" han pasado frío y les ha costado bastante disimularlo y permanecer quietos como se les había pedido.
De todas formas, el fotógrafo-artista ha podido "inmortalizar" este acontecimiento en tres fotos de los voluntarios (una de pie, otra tumbados y una tercera agachados en posición fetal), y de estas tres instantáneas, elegirá una como definitiva para ser mostrada públicamente y en la exposición.
Posteriormente, los participantes han regresado a los recintos feriales para vestirse, se les ha ofrecido un café para entrar en calor y, poco a poco, han ido abandonando el lugar.
Spencer Tunick, que ya ha llevado a cabo este tipo de fotos en muchas ocasiones, se ha mostrado muy satisfecho por la "colaboración" de los ciudadanos de Barcelona y de otras partes del Estado y de Europa, que han posado desnudos para que él haya podido hacer sus fotos.
En una rueda de prensa posterior, Tunick ha tenido palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento de Barcelona, la Fira de Barcelona y las empresas que han actuado como "sponsors" (una marca de material fotográfico y otra de café).
También ha destacado el hecho de que si hubiese tratado de realizar las mismas fotos en la ciudad de Nueva York hubiese sido detenido y encarcelado "porque allí se considera un crimen y no se permite poder hacerlas".
Tunick lleva desde el año 1992 documentando el cuerpo desnudo en espacios públicos, tanto a través de la fotografía como del vídeo, y desde 1994 ha organizado más de 50 "instalaciones" de grupo.
El fotógrafo ha explicado que "sin su ropa, los individuos en masa, unos junto a otros, se transforman en una nueva forma abstracta que pone a prueba nuestra visión del desnudo y la privacidad y la distinción entre el cuerpo y el cuerpo como elemento artístico".
Para el fotógrafo, cuya exposición se puede visitar hasta el 3 de agosto en el Palau de la Virreina de Barcelona, "mi trabajo es pasear por las ciudades y observar en las calles aspectos arquitectónicos que puedan integrar a gente desnuda, porque la arquitectura salga favorecida o porque los desnudos contrasten con ella".
Tunick, que ha hecho "instalaciones" masivas en muchos sitios del mundo, como en Melbourne (4.500 participantes), Sao Paulo (1.200) y Santiago de Chile (4.000), o de pequeño formato como en Buenos Aires (450), sólo ha tenido problemas en Nueva York, donde las autoridades nunca le han concedido permiso y siempre le han detenido.
