LIMA.- Los maestros públicos peruanos postergaron hasta el martes difinir el futuro de su paro nacional luego de no llegar a un acuerdo en una prolongada reunión con sus bases, anunció el domingo su principal dirigente.
"El magisterio nacional acordó que se ampliará el proceso de consultas por un tiempo no mayor de 72 horas para decidir el curso de esta huelga", dijo a periodistas el dirigente de los maestros, Nílver López, tras reunirse desde la noche del sábado por más de 12 horas con 450 delegados de todo el país.
El gobierno peruano firmó la semana pasada acuerdos preliminares con los maestros públicos, lo que ha dividido a sus miembros que se mantienen en huelga desde hace 28 días y que ha llevado a un estado de emergencia a este país.
Nuevos enfrentamientos violentos se registraron el sábado entre la policía con unos 250 maestros de provincias, opuestos a López y a los acuerdos que firmó con el gobierno. La policia detuvo en esta ocasión a casi 50 huelguistas.
"Las consultas en las reuniones no han prosperado ya que la información no ha llegado oportunamente y el procesamiento ha tenido dificultad y limitaciones en todas las bases del país", precisó López del SUTEP, que representa a 280.000 maestros.
El gobierno ha dicho que entre los acuerdos firmados se detallaron los puntos que quedan pendientes de solución por falta de presupuesto y confirmó el compromiso del presidente Alejandro Toledo de duplicar los sueldos de los maestros al final de su gobierno en el 2006.
Toledo hizo en la víspera un llamado a los maestros peruanos para que retornen el lunes a las aulas para no seguir perjudicando la educación de los alumnos de este país.
Los maestros en huelga reclaman un aumento de 60 dólares sobre su salario de casi 200 y otras mejoras sociales. El gobierno les ha ofrecido 29 dólares.
Perú decretó desde hace más de una semana un estado de emergencia por 30 días tras una ola de huelgas y protestas, pero nuevas manifestaciones llevaron a choques con las fuerzas de seguridad que dejaron un muerto, un centenar de heridos y más de 300 detenidos.
Toledo enfrenta su más baja popularidad -de sólo 14 por ciento- y la mayor crisis social desde que asumió el gobierno en julio del 2001, con marchas en su contra, la más fuerte de las cuales se sintió el martes pasado al reunir a 20.000 personas en reclamo de mejoras económicas.
