WASHINGTON.- En medio de crecientes dudas sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, dos altos cargos de Estados Unidos negaron hoy que se haya faltado a la verdad para justificar la guerra y afirmaron que su país tiene pruebas contundentes.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo hoy que "jamás se falsearon" informes del espionaje sobre que Irak poseía armas prohibidas.
"Los iraquíes tuvieron esa clase de armas a través de su historia. Ellos usaron armas químicas", precisó el responsable de las relaciones internacionales de Estados Unidos.
Las afirmaciones de Powell ocurren en un momento en el que se ha incrementado un debate nacional a internacional sobre si el gobierno de Washington presuntamente manipuló las investigaciones de los servicios de espionaje para justificar la guerra contra Irak.
Powell explicó que el derrocado gobierno de Bagdad tenía escondidos artefactos químicos prohibidos y que nunca reveló la totalidad de lo que poseía a los inspectores de armas de las Naciones Unidas.
Previamente a la guerra en Irak, que empezó el 20 de marzo pasado, el Presidente George W. Bush, desarrolló una campaña nacional y mundial acerca del peligro que para la seguridad de Estados Unidos y del mundo representaba el arsenal de armas químicas y biológicas de Sadam Huseín.
El secretario de Estado manifestó que los documentos, las pistas descubiertas y las confesiones de algunos iraquíes involucrados en los programas de armas de Bagdad pueden conducir a descubrimientos mayores.
Indicó que Estados Unidos cree que todos los documentos encontrados y las personas que han sido entrevistadas aportaran más pruebas sobre que el derrocado gobernante iraquí escondió ese tipo de armas, y los lugares dónde las depositó.
Sostuvo que los informes de los inspectores de la ONU a través de la década de 1990 han demostrado que Irak contaba con armas de destrucción masiva.
Powell señaló que puede mostrar los informes en los que los iraquíes mintieron en relación con sus arsenales de armas biológicas y químicas.
Resaltó que los medios de comunicación social, y no el pueblo de estadounidense, están señalando que hubo falsedad en los informes del espionaje previos a la guerra contra Irak.
El secretario de Estado también tachó de "falsas" las afirmaciones de que durante varias visitas a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el vicepresidente Dick Cheney presionara para conseguir que los funcionarios de esa institución de espionaje exageraran sus informes sobre la amenaza iraquí.
Rice también se defiende
Mientras tanto, la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, aseguró hoy a la cadena de televisión NBC, que Saddam Hussein desarrolló un programa de armas prohibidas que ocultó, e hizo hincapié en que la Casa Blanca siempre supo que estaban siendo fabricadas.
"Ese fue un programa activo, peligroso y eficazmente escondido", subrayó Rice, al reiterar que los servicios del espionaje estadounidense ofrecieron una "sólida" justificación para que se desatara la guerra contra Irak.
Asimismo, despejó dudas en relación con las supuestas presiones políticas que el "segundo" del gobierno de Bush, Dick Cheney, llevó a cabo sobre la CIA para que exagerara los informes sobre la fabricación de armas de destrucción masiva por parte de Bagdad.
"Simplemente no es verdad", destacó Rice, e insistió en que su país cuenta con pruebas convincentes de que existen esas armas en Irak, aunque más de dos meses después de la guerra contra la nación árabe no hayan podido ser encontradas a pesar de su intensa búsqueda.