RIJEKA, Croacia.- El Papa Juan Pablo II pidió el domingo a los católicos que defiendan los valores de la familia tradicional y se opongan a innovaciones como los matrimonios entre homosexuales, con el objeto de devolver una sociedad "trágicamente fragmentada" a los deseos de Dios.
El Papa, que parecía cansado, mostró su defensa de la familia en una misa al aire libre para más de 100.000 personas en el puerto de Rijeka, en el norte de Croacia, una ciudad que fue en el pasado parte de Italia.
Pese al intenso calor, el Pontífice, de 83 años, se ha mantenido bastante erguido durante su viaje de cinco días a la ex república yugoslava, que constituye su visita número 100 fuera de Italia.
Desde el comienzo de su viaje, el jueves, el Papa pidió la reconciliación de los pueblos de los Balcanes, enfrentados por las guerras de independencia desde principios de la década de los años 90.
Sin embargo, el domingo se centró en la familia tradicional, alegando que necesitaba "consideración especial y políticas concretas destinadas a promover y proteger su naturaleza esencial, su desarrollo y estabilidad".
Vestido de rojo, dijo a la multitud que los católicos no deberían tener miedo de defender públicamente los valores de la familia tradicional en la sociedad moderna.
"El auténtico plan de Dios" para la familia -dijo- se basó en "la unión estable y leal de un hombre y una mujer, comprometidos el uno con el otro con unos lazos que se manifiesten y reconozcan públicamente".
Se trata de una clara reafirmación de su oposición a los matrimonios entre homosexuales y el reconocimiento legal de las parejas de hecho, un tema recurrente durante su Pontificado, que celebra en octubre su 25 aniversario.
En los últimos años, el Vaticano se ha opuesto a proporcionar a los homosexuales el derecho a casarse, a recibir los mismos beneficios que las parejas heterosexuales y a adoptar niños.
"La sociedad actual está trágicamente fragmentada y dividida. Esta es la razón por la que está desesperadamente insatisfecha", dijo el Papa a su audiencia.
La salud del Pontífice ha sido objeto de debate en los medios de comunicación desde el comienzo de su visita. Pese a aparecer cansado en ocasiones, leyó sus sermones en un croata claro y comprensible.
Utilizó una silla hidráulica que empleó por primera vez en mayo en España, que se mueve y eleva, con lo que el Papa puede decir misa sentado.
Su viaje a Croacia concluye el lunes.
