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China comienza construcción del puente más largo del mundo

La obra de 36 kilómetros que se hará sobre la bahía de Hangzhou, en el este del país, requerirá una inversión aproximada de 1.420 millones de dólares, monto que será costeado en un 50,25 por ciento por compañías privadas y el resto por empresas vinculadas al Estado chino.

09 de Junio de 2003 | 08:18 | EFE
BEIJING.- China ha comenzado la construcción del que será el puente más largo del mundo -36 kilómetros- sobre las aguas de la bahía de Hangzhou (Este de China), considerado una de las obras de ingeniería de mayor dificultad técnica de la historia.

Según el plan maestro, la construcción del puente, cuyo primer proyecto fue apadrinado por Sun Yat-sen a principios del siglo XX, concluirá en el año 2008 y abrirá sus puertas al tráfico un año después, coincidiendo con la inauguración de la Presa de las Tres Gargantas.

La obra requerirá una inversión aproximada de 1.420 millones de dólares, monto que será costeado en un 50,25 por ciento por compañías privadas y el resto por empresas vinculadas al Estado chino.

El puente, cuyos pilares estarán sumergidos en el fondo del mar, comunicará la ciudad de Cixi en la orilla sur de la bahía con la ciudad de Jiaxing en la orilla norte, y permitirá recorrer en solo dos horas los 179 kilómetros que separan el puerto de Ningbo con la metrópoli de Shangai.

Hasta ahora el puente más largo del mundo era el túnel de la Bahía de Chesapeake, en Estados Unidos, que tiene una longitud de 28 kilómetros.

A juicio de Wang Yong, director de la compañía constructora del Puente Transoceánico de la Bahía de Hangzhou, "el puente no sólo será el más largo, sino el de mayor dificultad técnica, al ser ésta una de las costas más azotadas por tifones del planeta".

Además, añadió, "los cimientos del puente estarán asentados sobre el inestable sedimento marino de la bahía, donde se registra la tercera mayor corriente marina del mundo. La fuerza del mar alcanza los 40 kilómetros por hora y las olas una altura de 8,9 metros".

La obra, cuyos preparativos comenzaron en 1994, ha sido objeto de más de 120 proyectos de investigación sobre su viabilidad técnica y ha contado con la aportación de más de 700 expertos internacionales, en ingeniería y oceanografía.

"El proyecto es arriesgado. Los pilares se hundirán cien metros bajo las aguas, algo nunca visto antes", asegura William Hu, director general de Cleveland Bridges, la compañía constructora encargada del puente de Tsing Ma y el aeropuerto de Hong Kong.

El puente estará sostenido por gigantescos arcos con forma de diamante y puntales de acero, contará con 6 vías de doble sentido y un tráfico diario de más de 50.000 vehículos, mientras que la velocidad máxima permitida serán 100 kilómetros por hora.

Según sus críticos, la construcción del puente presenta innumerables problemas técnicos y presupuestarios, pero el estallido de la epidemia de neumonía atípica ha precipitado el comienzo de las obras.

Este proyecto se suma a la polémica Presa de las Tres Gargantas y a la línea férrea más alta del mundo -más de 4.000 kilómetros de altitud-, que unirá el altiplano tibetano con la meseta de Qinghai, como las obras de infraestructura más emblemáticas de la historia de China.

Desde la llegada de Jiang Zemin al poder en 1989, China se ha embarcado de nuevo en la construcción de faraónicas obras de ingeniería, que tienen por objetivo primordial impulsar la economía, aún a costa de incrementar el déficit público.

La bahía de Hangzhou se encuentra en el Delta del Río Yangtsé, que abarca un área de más de 100.000 kilómetros cuadrados y cuenta con una población de 135 millones de personas, lo que la convierte en la sexta área metropolitana más grande del mundo.

Esta zona acoge a las 15 ciudades más prósperas del país, aporta el 22 por ciento del Producto Nacional Bruto (PNB) y es origen y destino del 28,5 por ciento de los intercambios comerciales del gigante asiático.

"El puente reducirá costes, será una inagotable fuente de inversión y permitirá convertir al Delta del Yangtsé en un centro económico mundial", aseguró Lu Zushan, gobernador de Zhejiang, la provincia más rica de China.

La obra es parte integrante de los planes de desarrollo económico diseñados por Deng Xiao-ping para esta zona, que incluyen la construcción de un puerto de aguas profundas en Shangai para el 2005 con una inversión aproximada de 1.450 millones de dólares.

Pese a los mensajes del Gobierno, la epidemia de neumonía atípica ha afectado en gran medida a la confianza de los inversores en la gestión del nuevo Ejecutivo, encabezado por Hu Jintao, que asumió el poder en marzo de este año.

Un diplomático occidental señaló que "China aún sigue al pie de la letra el ideal maoísta de que el hombre debe amansar y modelar la naturaleza. Que nadie se sorprenda si el Gobierno se decide a mover montañas para sacar al pueblo de su atraso secular".
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