MADRID.- Los españoles creen que la guerra de Irak empeoró la imagen de España en el mundo, pero también estiman que el poder del país ha aumentado y debe seguir incrementándose porque debe aspirar a más, señala un sondeo difundido hoy.
Esa encuesta se realizó por el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos entre los días 5 y 10 de mayo pasado, una vez finalizada la guerra en Irak y antes de las elecciones municipales y autonómicas que España celebró el 25 de mayo.
El 59 por ciento considera que la imagen de España en el exterior ha empeorado, pero también pasa del 4,3 al 4,9 (en una escala de 1 a 10), el poder político que se atribuye ahora a España.
Las autoridades españolas apoyaron la intervención militar del Reino Unido y Estados Unidos en Irak.
El 77 por ciento de los españoles consideran que sería ilegítimo que la comunidad internacional impusiera la democracia en un país con una dictadura, y prefiere que se cambie el régimen por medios pacíficos, aunque lleve más tiempo conseguirlo.
Tampoco consideran los españoles legítimo que un país ataque a otro si se siente amenazado, aunque la acción no tenga respaldo de organismos internacionales.
Sin embargo, los sentimientos pacifistas de los valores no evitan la existencia de argumentos de ’’razón’’, que hace que los españoles sean, a la vez, ’’realistas’’ en sus concepciones de política exterior, explicó Javier Noya, analista del instituto que elaboró el sondeo.
Noya precisó que desde noviembre de 2002, en que se elaboró otra encuesta similar, se ha registrado una evolución de la opinión pública desde un alineamiento y una polarización ideológica ’’sin precedentes’’ respecto a aspectos claves de la política exterior española.
Preguntados por las áreas de interés para España, el sondeo destaca que Estados Unidos figura por delante del Mediterráneo y aumenta seis puntos el porcentaje de quienes creen que Europa es la región prioritaria para la acción exterior española.
Los datos muestran también que las personas con ideología de izquierda se han vuelto más europeístas y más anti-norteamericanas, mientras que los de derecha mantienen su europeísmo y son más pro-estadounidenses.
En la valoración sobre los líderes políticos extranjeros destaca la fuerte bajada del presidente de Cuba, Fidel Castro, (de 3 a 1,8) tras las ejecuciones de disidentes, mientras que el de EEUU, George W. Bush, se mantiene en un nivel bajo sólo empeorado por el propio Castro y el primer ministro de Israel, Ariel Sharón.
Obtuvo el aprobado, el diplomático español Javier Solana, que es el encargado de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, se mantienen estables en sus posiciones el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, mientras continúa el descenso del primer ministro británico, Tony Blair.