BAGDAD.- Un proyectil de mortero se estrelló contra una oficina de la coalición aliada en la ciudad norteña de Samarra, matando a un iraquí e hiriendo a otros 12, el último en una serie de ataques contra iraquíes que colaboran con fuerzas estadounidenses, dijo el jueves el ejército.
Ningún efectivo militar estadounidense resultó herido en el ataque.
El proyectil de mortero, de 82 milímetros, se estrelló el miércoles en el centro de Operaciones Civiles y Militares, una oficina que coordina labores militares y de asistencia humanitaria a los civiles.
Soldados estadounidenses contactaron a la policía local luego de escuchar tres explosiones. La policía llegó al sitio y encontró al muerto y a los heridos, dijo el comunicado.
"Los soldados no pudieron encontrar a los atacantes", dijo el comunicado del comando central del ejército de Estados Unidos.
"Este es uno de numerosos incidentes recientes en que la resistencia iraquí ha atacado a fuerzas de la coalición o a lugares de la autoridad provisional de la coalición y matado o herido a ciudadanos iraquíes", dijo el comunicado.
Ha existido gran tensión desde el domingo, cuando fuerzas estadounidenses comenzaron rastrillajes casa por casa en Bagdad, en búsqueda de armas y de activistas que intentan resistir a la ocupación.
En un cambio de táctica iniciado esta semana, desconocidos dispararon contra la oficina del alcalde y contra un tribunal en Falluja, y contra una jefatura policial en Khaldiyah, a fin de amedrentar a iraquíes que trabajan en coordinación con los estadounidenses.
Los iraquíes también rindieron homenaje el jueves a dos hombres muertos el día anterior por fuerzas estadounidenses durante una demostración de ex oficiales del ejército.
En el distrito Horreya de Bagdad, dolientes dispararon al aire sus rifles de asalto, al traer a su hogar el cadáver de Taraq Hussein Mohammed, un ex suboficial de 32 años de edad, uno de los dos hombres baleado frente a la puerta de la sede de la administración de Estados Unidos, durante una demostración para protestar por la falta de trabajo.
"Abu Soheib, vuelve conmigo", gritó su viuda, Soheir, usando el sobrenombre de su marido. "Ahora me falta mi hombre y su salario", añadió.