BANJA LUKA, Bosnia.- El Papa Juan Pablo II urgió el domingo a los bosniocroatas, serbios y musulmanes a sanar las heridas de la guerra de los años 90 y renovar la fe en el futuro a través del perdón mutuo.
Asimismo, mirando medio siglo atrás, pidió a los serbios perdonar los errores cometidos por la Iglesia Católica, en referencia al sangriento fraile llamado Hermano Satán que participó en una masacre de la Segunda Guerra Mundial de 2.000 serbios a manos de las tropas Ustashe croatas.
Fue el segundo viaje del Papa a los Balcanes en dos semanas después de un maratón de cinco días en Croacia, de mayoría católica, y su segundo a Bosnia tras una visita a Sarajevo, en 1997. Un portavoz dijo que el Pontífice de 83 años se sentía bien.
Una multitud de aproximadamente 50.000 personas asistió a una misa al aire libre cerca de la ciudad de Banja Luka para escuchar al Papa orar en su primer viaje a la parte ortodoxa serbia de la ciudad, marcada en el curso de la historia por mucho sufrimiento y derramamiento de sangre, y pedir al Todopoderoso que "perdone los pecados cometidos contra la humanidad, la dignidad humana y la libertad; también por los hijos de la Iglesia Católica, y fomentar el perdón mutuo", expresó el Papa.
"Sólo en un clima de verdadera reconciliación, el recuerdo de muchas víctimas inocentes y su sacrificio no será en vano", agregó en una homilía en la que beatificó a Ivan Merz, un laico bosnio del siglo XX que sería el primer santo de Bosnia.
El Papa, que sufre artritis, dio muestras de dolor cuando se arrodilló para orar en la catedral de Banja Luka, pero un portavoz dijo que se sentía bien. Su vuelo salió hacia Roma como estaba previsto, sin informe de incidentes, pese a cierta preocupación acerca de posibles protestas por parte de radicales serbios hostiles a la Iglesia Católica.
La misa fue celebrada en el lugar donde estaba el monasterio Petricevac, destruido por fuerzas serbias durante la guerra de Bosnia de 1992-95, debido a su papel como base de las fuerzas croatas aliadas de los nazis.
Petricevac fue sede del fraile Tomislav Filipovic Majstorovic, de quien se dijo se unió a una masacre de 1942 perpetrada allí, degollando a un niño mientras pronunciaba estas palabras: "Esta es la manera en que bautizo a estos bastardos en el nombre de Dios".