WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, insistió hoy en sus críticas a la Unión Europea por el bloqueo a los alimentos genéticamente modificados y acusó al bloque de contribuir con ello al hambre en África.
Bush, quien participó hoy en una conferencia de biotecnología, se reunirá este miércoles con dirigentes de la UE en la habitual cumbre semestral entre Bruselas y Washington.
En las últimas semanas, el Gobierno estadounidense, con Bush a la cabeza, ha intensificado sus críticas a los países europeos que limitan la comercialización de alimentos con modificaciones genéticas.
"Muchos gobiernos europeos, bajo temores infundados y sin base científica, han bloqueado la importación de todos los nuevos alimentos producto de la biotecnología", señaló el Presidente norteamericano.
Añadió que "debido a estos obstáculos artificiales, muchos países africanos evitan invertir en biotecnología, preocupados de que sus productos no llegarán a importantes mercados europeos".
"Por el bien de un continente amenazado por la hambruna, insto a los Gobiernos europeos a poner fin a su oposición a la biotecnología. Deberíamos fomentar el uso de biotecnología efectiva y con garantías para la salud para imponernos en la lucha contra el hambre", agregó Bush.
El pasado día 19 EE.UU. anunció que seguía adelante con su demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la UE, tras el fracaso de las conversaciones bilaterales para llegar a un acuerdo sobre la entrada de alimentos transgénicos en Europa.
Los agricultores de EE.UU. presionan a su Gobierno para que obligue a la Unión Europea a levantar el embargo impuesto hace cinco años y permita la entrada de esos productos.
Actualmente, la UE, que alega como motivos para el embargo la preocupación sobre el impacto de esos alimentos en el medio ambiente y la salud humana, analiza la adopción de una normativa que regule el etiquetado y el origen de los transgénicos.
Los cultivos de semillas genéticamente modificadas, que son más resistentes a las enfermedades y producen mayores cosechas, ocupan más de 58 millones de hectáreas en todo el mundo.
En Estados Unidos, un 75 por ciento de la soja cultivada es transgénica, así como el 71 por ciento del maíz y el 34 por ciento del algodón.