Guardia de honor a llegada a Londres.
LONDRES.- El Presidente de Rusia, Vladimir Putin empezó hoy la primera visita de Estado al Reino Unido de un gobernante ruso en 129 años, que tiene como principal objetivo cerrar las heridas abiertas por la guerra de Irak.
Putin hizo historia con un visita sin precedentes desde 1874, cuando el zar Alejandro II vino a Londres para asistir a la boda de su hija, la gran duquesa María Alejandra, con el segundo hijo de la reina Victoria de Inglaterra, el príncipe Alfredo.
Putin y la soberana británica en la carroza real.
El Mandatario ruso llegó esta tarde al aeropuerto Heathrow, de Londres, donde fue recibido, con una alfombra roja en la que se alineaban la Guardia de Honor de la Fuerza Aérea Británica, por Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales y heredero al trono.
Putin, ataviado con traje gris oscuro y acompañado por su esposa, Liudmila, que vestía un elegante traje beige a juego con un sombrero, fue traslado en una limusina negra al centro de Londres, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
El inquilino del Kremlin y su esposa fueron saludados con 21 salvas de cañón al pasar por el Palacio de la Guardia Montada Real, para acceder después al parque de Saint James, donde le esperaba la reina Isabel II de Inglaterra.
Al son de una marcha interpretada por la Banda de los Guardias Granaderos, Putin y su esposa saludaron con una respetuosa inclinación de cabeza y estrecharon la mano a la Reina y su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.
Visita a la Abadía de Westminster.
En una ceremonia de bienvenida de mucha pompa, Isabel II y Putin, que sonrieron y hablaron a través de un intérprete, subieron a una carroza tirada por seis caballos para desplazarse al cercano palacio de Buckingham, residencia oficial de la Soberana.
El Presidente ruso -todo un ex agente de la KGB, los servicios secretos de la antigua Unión Soviética- y su esposa se hospedarán en el palacio de Buckingham durante los cuatros días que durará su estancia oficial en el Reino Unido.
El acto central de la apretada agenda de Putin será la reunión que mantendrá el próximo jueves con el primer ministro británico, Tony Blair, quien ha calificado su visita como "un acontecimiento importante en la vida de los dos países".
"Las relaciones entre nuestros dos países son excelentes y continúan fortaleciéndose", reiteró hoy un portavoz del jefe del Gobierno británico.
Entre otras cosas, ambos mandatarios tratará de restañar las "heridas" diplomáticas abiertas por la guerra de Irak, en la que participaron las tropas británicas y a la que Rusia se opuso rotundamente, al igual que Francia y Alemania.
"En cuestiones políticas, si surgen diferencias, somos capaces de superarlas y trabajar juntos de forma estrecha", afirmó el Primer Ministro británico en la víspera del viaje del presidente ruso.
Blair y Putin también analizarán el proceso de paz en Oriente Medio, así como las inquietudes internacionales que suscita el programa nuclear desarrollado por Irán, que cuenta con el apoyo de Moscú.
Otro de los asuntos que centrarán las conversaciones entre los dos dirigentes es la voluntad compartida de fortalecer las relaciones comerciales bilaterales, dado que el Reino Unido se ha convertido en el primer inversor extranjero de Rusia.
Con ese fin, ambos líderes inaugurarán el jueves una conferencia para destacar las inversiones de las petroleras británicas BP y Shell en el sector energético ruso.
Asimismo, el Primer Ministro británico ha prometido manifestar a Putin su preocupación sobre la situación de los derechos humanos en la república de Chechenia, donde las tropas rusas luchan contra separatistas islámicos desde 1999.
Antes de reunirse con Blair, el jefe de Estado ruso visitará este miércoles por la mañana Edimburgo, acompañado del príncipe Andrés, duque de York y tercer hijo de Isabel II, y por la tarde asistirá a una cena ofrecida por la "City", centro financiero de Londres.
