AL MAJAR AL KABIR, Irak.- Los hombres de un pueblo chiíta del sur de Irak llamado Al Majar Al Kabir mataron a seis soldados británicos después de sentirse insultados cuando vieron que los militares registraban sus hogares acompañados por perros, animales impuros para los mulsulmanes.
"Les dijimos a los soldados que no había que provocar a la población registrando las casas con perros, pero no quisieron escuchar nada", afirmó un policía iraquí que intentó impedir en vano el martes que la multitud linchara a cuatro soldados atrincherados en una sala de la comisaría de Al Majar Al Kabir, a unos 200 km al norte de Basora.
En este pueblo tranquilo, que se rindió sin combatir a las fuerzas británicas durante la guerra de abril, la tensión aumentó los últimos tiempos. "Hace varios días que las cosas no iban bien. Se lanzaban piedras y se insultaba a los soldados británicos", afirmó Salam Mohammed, miembro de defensa civil.
"Los habitantes no quieren que los soldados vengan a registrar sus hogares con perros. Se sienten insultados", precisó. En la religión musulmana, un fiel que es tocado por el hocico de un perro, debe hacer nuevamente abluciones para purificarse y poder rezar. La creencia popular de los musulmanes insiste en el hecho de que los perros ahuyentan a los ángeles de sus casas.
"El martes por la mañana, una multitud encolerizada se reagrupó en la plaza del mercado. Unos veinte soldados dispararon balas de goma y mataron a un manifestante. Furiosos, los lugareños les lanzaron piedras mientras que otros fueron a buscar sus armas", comentó Salam Mohammad.
El jefe del consejo local, Abu Maryam, afirmó que "los primeros disparos salieron de la multitud". "Los militares dispararon entonces con balas reales y mataron a tres personas más e hirieron a 17", comentó Salam Mohammad.
Según Mohammad, la mayoría de los soldados abandonaron el lugar, pero dos se dirigieron hacia un instituto agrícola, donde murieron, y otros cuatro se dirigieron hacia la estación de policía del pueblo.
Entonces, unas 300 personas con armas automáticas en sus manos se precipitaron hacia el patio de la comisaría, sin que los policías iraquíes puedan impedirlo.
"Un helicóptero británico sobrevoló el lugar del incidente, pero los habitantes dispararon en su dirección y tuvo que dar media vuelta para aterrizar en una base cercana", afirmó Saad Hassan, de 28 años.
Tras varias horas de enfrentamientos, los cuatro soldados murieron. "Iraquíes a bordo de una ambulancia transportaron luego los cuerpos a la base británica", subrayó Saad Hassan.
"Estamos contentos de terminar con los métodos baasistas. No queremos que ésto se repita. Queremos una cooperación con negociación", subrayó, haciendo alusión a los resgistros.
El miércoles por la noche, Abu Maryam indicó que representantes de la ciudad habían conseguido que las tropas británicas suspendan los registros durante dos meses.
