WASHINGTON.- Un científico iraquí entregó a militares estadounidenses una importante pieza de construcción para el desarrollo de armas atómicas, informó hoy la emisora CNN.
Mahdi Obeidi declaró a CNN que hace doce años el gobierno de Saddam Hussein le ordenó enterrar la pieza en su jardín bajo un rosal.
En el jardín de Obeidi se halló parte de un sistema centrífugo -que puede ser utilizado para enriquecer uranio para armas nucleares, agregó CNN.
El científico explicó que en su momento el gobierno iraquí le entregó la pieza para que la escondiera y ésta estuviera disponible en el futuro, aunque nunca recibió la orden de retomar el programa.
Sin embargo, según militares estadounidenses no se trata de una evidencia de que Irak tuviera un programa nuclear en curso.
Si bien el hallazgo, ahora en manos de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), provee una prueba de que el régimen de Saddam Hussein ha buscado ocultar sus programas de desarrollo de armas, no proporciona evidencia de que Irak tuviera un programa nuclear en curso.
Oficiales estadounidenses le dijeron a CNN que el centrífugo no es un "revólver humeante", aunque expertos dijeron que la pieza subraya que hace más de una década Irak trabajó en el desarrollo de un arma atómica y que ocultó este programa a los inspectores de armas de Naciones Unidas.
Observadores indicaron que para la construcción de un arma atómica Irak habría precisado al menos tres años.
"No quiero que esto prolifere por las consecuencias potenciales que tendría si cayera en manos de tiranos o dictaduras o terroristas", dijo Obeidi -que fue sacado de Irak- a CNN.
Un alto funcionario de la CIA y ex inspector de armas le dijo a la emisora que el hallazgo comprueba qué difícil es la tarea de las tropas estadounidenses en lo que concierne a encontrar armas de destrucción masiva.
Previamente, el designado jefe del Comando Central de Estados Unidos, teniente general John Abizaid, se manifestó hoy "perplejo" por el hecho de que no se hayan encontrado armas de destrucción masiva en Irak.
"Me deja perplejo que no hayamos encontrado armas de destrucción masiva cuando la evidencia era tan sólida respecto a que (estas armas) existían", señaló Abizaid, quien se transformó de esta forma en el primer alto funcionario estadounidense en cuestionar públicamente a la inteligencia de su país respecto a este tema.
Abizaid, quien sucederá en el cargo a Tommy Franks, dijo sin embargo que las tareas de inteligencia realizadas para la campaña militar fueron "las más adecuadas" que jamás haya visto.
"Mi apreciación general acerca de cómo la inteligencia nos sirvió en orden a la campaña militar sería que esa inteligencia fue la más adecuada que jamás haya visto a nivel táctico, probablemente la mejor que he visto a nivel operacional, y sorprendentemente incompleta a nivel estratégico en lo que se refiere a las armas de destrucción masiva", afirmó.
Igualmente, se mostró convencido de que la información con que se cuenta servirá eventualmente para llegar a las armas ilegales escondidas.
Abizaid hizo estas declaraciones frente al Comité de Servicios Armados del Senado, como parte del proceso para asumir el cargo en reemplazo de Franks.
Las fuerzas armadas estadounidenses esperaban encontrarse al menos con armas químicas de artillería al aproximarse a Bagdad y cruzar la denominada "línea roja" que marcaba el punto geográfico a partir del cual se esperaba que Bagdad utilizara este tipo de armas, explicó.
"Cuando cruzamos lo que llamamos la línea roja, pensé que nos veríamos invadidos por artillería provista de cabezas nucleares", relató.
El argumento utilizado por Estados Unidos para liderar la Guerra de Irak se basó en la supuesta posesión de armas de destrucción masiva por parte del régimen de Saddam Hussein.