WASHINGTON.- El Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron el viernes dos importantes proyectos de ley que ayudarían a los jubilados con el pago de sus recetas médicas.
La tarea venidera de compatibilización de los dos proyectos, que difieren en ideología y en detalles, podría resultar más difícil que el proceso de aprobación de las reformas del programa gubernamental de cuidado de salud, vigente desde hace 38 años, en ambas cámaras controladas por los republicanos.
Con el Presidente George W. Bush instando a trabajar aceleradamente para ratificar la ley y poner fin a años de guerra política y de impaciencia entre los votantes, se prevé que los legisladores alcanzarán finalmente un acuerdo sobre el programa de medicamentos por un valor de 400.000 millones de dólares, a lo largo de diez años.
Bush recibió con agrado la aprobación de los proyectos en la madrugada del viernes y prometió trabajar con los legisladores mientras las dos cámaras tratan de superar sus diferencias, centradas principalmente en el alcance del papel del sector privado.
"Los ancianos han esperado demasiado tiempo más opciones y beneficios, incluyendo la cobertura de las recetas", dijo Bush en un comunicado.
El líder de la mayoría en el Senado, el republicano Bill Frish, dijo: "Como médico, he dado millares de recetas que sabía que no servirían porque los pacientes no podrían comprarlas. Con este proyecto, eso cambiará".
El Senado aprobó su proyecto por un amplio margen, 71-21, en claro contraste con los años de disputa sobre el programa Medicare que da servicios de salud a todos los estadounidenses de 65 años o más.
En la Cámara de Representantes hubo mayor enfrentamiento político, referido al ingreso de la competencia privada al mundo del Medicare. El proyecto fue aprobado con apenas un voto de diferencia, 216-215, después de que los líderes ampliaran la votación habitual de 15 minutos a aproximadamente una hora.
"Los ciudadanos ancianos recordarán por mucho tiempo si ustedes votaron hoy por ellos, pero nunca olvidarán si votaron en contra", dijo el presidente de la Cámara, Dennis Hastert, un republicano.
Críticos de la derecha dicen que las reformas privatizadoras quedaron cortas, mientras sus opositores afirman que los beneficios para los ancianos son muy reducidos.