NUEVA YORK.- Estados Unidos "no permitirá, no tolerará ni alentará la tortura de parte de sus empleados, no importa cuáles fueran las circunstancias", declaró el Pentágono en una carta enviada el miércoles al Congreso y que fue bienvenida este viernes por las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Bush divulgó el jueves un comunicado en el que comprometía al país en la lucha contra la tortura a nivel mundial y a "tomar el liderazgo de esa lucha con el ejemplo".
Varias organizaciones habían pedido a Washington que respondiera a las informaciones de prensa según las cuales se "pone a prueba" a sospechosos.
"El Presidente y el Departamento de Defensa rechazaron sin equívoco el recurso a cualquier técnica de interrogación de sospechosos que represente un tratamiento ’cruel’ prohibido por la Constitución estadounidense", se congratularon en un comunicado común la asociación Human Rights Watch (HRW) y otras organizaciones.
Según el Washington Post, dos detenidos afganos murieron en diciembre pasado en un centro de detención estadounidense en la base de Bagram, al norte de Kabul, en Afganistán.
Uno murió de un ataque cardiaco y el otro de una embolia pulmonar, según informes de médicos militares, señaló el cotidiano que añadió que ambos casos fueron archivados como asesinato y que una investigación está en curso.