Campaña financiera en San Francisco.
WASHINGTON.- El Presidente George W. Bush lleva hoy a California su abrumadora campaña de recaudación de dinero para su reelección, que espera reunir hasta 30 millones de dólares antes del lunes.
Bush pronuncia hoy dos discursos en San Francisco y Los Angeles, en los que tiene previsto continuar el arrollador ritmo de recogida de fondos, antes de viajar a su rancho de Crawford (Texas) para pasar el fin de semana.
La escala de Bush en California será de apenas diez horas, lo que no impedirá a su campaña recaudar cinco millones de dólares en una comida en San Francisco a 2.000 dólares el cubierto y una cena en Los Angeles a 1.800 por asistente.
Bush fue recibido en San Francisco, uno de los epicentros del progresismo y el pacifismo de EE.UU., bajo la amenaza de las manifestaciones en su contra.
"Esto no es nuevo, ya hemos tenido un número importante de manifestantes en ocasiones anteriores", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, quien señaló que los organizadores de las protestas han advertido a la policía de que esperen "un gran número de manifestantes".
La campaña Bush-Cheney 2004 se ha marcado el objetivo de recaudar 200 millones de dólares hasta enero, cuando comenzarán las elecciones primarias, en las que el actual Presidente no tiene oposición.
Bush realizará el lunes otros dos actos de recaudación de fondos en Miami y Tampa (Florida).
La campaña de reelección inició a comienzos de la semana pasada los actos de recogida de fondos.
Con los actos del lunes y las contribuciones enviadas por correo o la Internet se espera lograr entre 27 y 30 millones de dólares el lunes, cuando las campañas tienen que presentar sus informes trimestrales de cuentas.
En cambio, los nueve aspirantes a la candidatura demócrata a la presidencia pueden totalizar entre todos ellos una cifra similar.
Los esfuerzos de la campaña Bush-Cheney, en los que hasta la primera dama Laura Bush protagoniza actos de recaudación de fondos, comienzan a recibir algunas críticas de analistas, que creen que el presidente busca abrumar a sus adversarios con campañas masivas de televisión, sin una discusión seria sobre los asuntos de fondo.
Un portavoz del Partido Demócrata señaló, simplemente, que cree que Bush "quiere comprar su segundo mandato".
Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca restó importancia a las críticas, al afirmar que "es extraño que la gente objete al hecho de que el Presidente tenga mucho respaldo".
"La cantidad de dinero que el Presidente recaude estará determinada por la cantidad de dinero que al pueblo estadounidense le parezca bien darle", insistió Fleischer.
Bush es una auténtica máquina de obtención de dinero para el Partido Republicano: su campaña de 2000 batió el récord de recaudación, en 2002 Bush estableció otro récord de recaudación de fondos electorales para unos comicios legislativos y para 2004 quiere establecer otra marca.
Bush, además, tratará de aprovechar su corta presencia en California para tratar de mejorar su imagen en ese estado, el más poblado del país y que aporta 54 votos al colegio electoral que decide el presidente tras los comicios.
En las elecciones de 2000, California (un estado de fuerte tradición demócrata) fue a manos de Al Gore, quien superó a su rival por 12 puntos porcentuales de ventaja.
Sin embargo, el Partido Republicano intenta recuperar el control del estado ayudado por la creciente impopularidad del gobernador, el demócrata Gray Davis, que afronta un déficit presupuestario de 38.000 millones de dólares debido a la delicada situación económica.
Bush tiene un índice de aprobación en California de un 61 por ciento, pero los analistas no creen que consiga ganar ese estado en las elecciones de 2004.
En su lugar, el principal asesor político de Bush y auténtico cerebro de sus campañas, Karl Rove, ha fijado sus ojos en otros estados que Gore ganó en 2000 por un margen estrecho: Iowa, Nuevo México, Oregon y Wisconsin.