CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II hizo votos hoy, festividad de San Pedro y San Pablo, para que se alcance cuanto antes la unidad de los cristianos y mostró su satisfacción por la presencia en el Vaticano de una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
"El Señor quiera que con estos intercambios (la presencia de ortodoxos en el Vaticano), unidos a incesantes plegarias, se pueda alcanzar cuanto antes la total unidad de los discípulos de Cristo", dijo el Obispo de Roma ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para el rezo del Angelus.
Como es tradición, el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, envía todos los años una delegación al Vaticano con motivo de la festividad de San Pedro y San Pablo. La Santa Sede hace lo mismo en la de San Andrés.
Juan Pablo II, que presentaba hoy aspecto cansado y en algunos momento tuvo la voz débil, subrayó que este intercambio de delegaciones entre Roma y Constantinopla para la respectivas fiestas patronales "va más allá de un simple acto de cortesía eclesial".
"Supone la intención profunda y radicada de restablecer la total comunión (unidad) entre Oriente y Occidente", añadió el Papa, que siempre ha dicho que la división -que tiene ya casi mil años- es un "escándalo", que quita fuerza a la hora de difundir el Evangelio.
El Santo Padre, que rezó el Angelus bajo un sol de justicia y altas temperaturas dio las gracias a todos los que hoy han orado por el Obispo de Roma, cargo que él ostenta, y recordó que hoy es una fiesta muy importante para la diócesis de Roma, ya que se conmemora a dos "raíces" de la Iglesia.
De San Pedro, el primer Papa de la historia de la Iglesia, el vicario de Cristo, dijo que fue elegido por Jesús como "la roca en la que construir su Iglesia".
"Fue crucificado no muy lejos de la colina del Vaticano y su tumba es el centro simbólico de la fe católica", subrayó el Papa, que de San Pablo destacó que fue decapitado a las puertas de Roma y que es modelo de evangelización.
Las cartas de Pablo de Tarsio, "parte sobresaliente del Nuevo Testamento" -precisó- no cesan de atraer hacia Cristo a hombres y mujeres de todos los tiempos.
Como es tradición, esta tarde el Papa impondrá en la plaza de San Pedro del Vaticano el "Palio" a cuarenta arzobispos de todo el mundo, entre ellos los españoles de Toledo, Granada y Valladolid.
El "Palio" (una estola blanca con seis cruces negras) es el signo de comunión con el Obispo de Roma.